"Lo que nosotros hacemos es terapia social"
Vicente Escrivá, valenciano de 82 años, ha conseguido batir todos los récords de audiencia con Quién da la vez. El capítulo final, en el que Viviano (José Sacristán) daba gracias al cielo porque no le hubiera tocado la lotería mantuvo atentos a la pantalla a 8.221.000 espectadores, una cifra nunca lograda antes por Una telecomedia. Antonio Mercero, donostiarra de 59 años, tiene su propio récord: ser el líder de audiencia los jueves durante 156 semanas. Tal vez por eso, cuando ambos se encontraron Escrivá respondió al "¿Qué tal estamos?" de Antonio Mercero con una parodia de las. palabras de Felipe González: "Muertos de éxito".El vasco desconfió al principio del inusual encuentro: %No habrá por aquí una cámara oculta, Vicente, y acabaremos saliendo en Inocente, inocente?". Superadas las suspicacias, ésta fue la conversación:
Pregunta: Todo lo que lleva su firma en televisión arrasa entre la audiencia ¿Dónde está el truco?
Antonio Mercero: Nos han llamado los reyes Midas de la televisión. Pero eso en parte es una carga, porque el día que tengamos un fracaso va a ser terrible. Yo en televisión siempre he tenido éxitos, pero en el cine no. Creo que tengo intuición popular, y lo que hago es aplicarla. Procuro que Farmacia de guardia refleje la sociedad y los problemas de la gente. Y cuido mucho que el lenguaje sea fresco, los, personajes tiernos y con carisma, y que haya mucho sentido del humor. Esos son los elememos que funcionan, porque el público se identifica con ellos. La gente pasa de admirarles a creerles y luego los hace suyos. No falla.
Vicente Escrivá: Yo, en televisión he aplicado el mismo sistema que en el cine: trabajar mucho el guión, estar muy cerca del público, acercarte a los problemas de la gente. Y la gente te responde. He procurado siempre hacer tipos entrañables. Mi gran maestro es Carlos Arniches, creo que es sublime; cuando leo sus obras las veo tan llenas de gracia y de perfección y siempre pienso: ¿Por que a mi no se me ocurren estas cosas?. Pero claro, él es un genio.
P. ¿Y cómo logran saber qué es lo que quiere la gente?
Escrivá: Viviendo. Escuchando siempre lo que se habla, lo que se siente, estando muy atento a cómo se desarrolla la vida a tu alrededor.
Mercero: Exacto. Los temas salen de la vida misma. Lo único que hay que hacer es estar al loro. Los mercados, como las farmacias, cumplen una función de psicoterapia, la gente le cuenta los problemas a la pescadera, a la farmaceútica. Nosotros escuchamos y luego lo trasladamos a la televisión.
Escriva: Sí, a mí se me ocurrió ¿Quién da la vez? acompañando a mi mujer a hacer la compra y escuchando lo que hablaba la gente mientras esperaba turno.
Mercero: El truco ya está inventado. En Cheers, la gente pasaba por una cervecería y contaba sus problemas. Había unos personajes fijos, que son los que dan el caracter, la intimidad y la ternura. Y después los demás, que completaban la acción.
P. Pero, a la vista de los últimos resultados de audiencia, si Cheers se emitiera ahora fracasaría, porque las telecomedias espeñolas han borrado del mapa a las americanas.
Mercero: Sí. Muy probablemente Cheers, que conmocionó a la audiencia española hace unos años, ahora se estrellaría.
P. Como se han estrellado Las chicas de oro y otras que han triunfado en todo el mundo.
Mercero: Es impresionante la galleta que se han dado ahora en España Las chicas de oro, que son graciosísimas, pero. son de otro mundo. El que en estos momentos tengamos más nuestro éxito que las comedias americanas es un síntoma de que hemos acertado con el público español. A la gente le gusta ver a actores y a personajes suyos. El público ve algo que le pertenece; ven que esa farmacia y ese mercado les pertenecen.
Escrivá: Es cierto, la gente reconoce lo que le pasa. Ahí está el éxito. El otro día escuché a un señor que para expresar sus problemas de dinero dijo: "Es que yo tengo una cortedad económica". Esa frase preciosa no la dice un americano.
P. ¿No les preocupa influir cada semana en tantos millones de personas?
Escrivá: Sí. Por eso, sin hacer moralina, sí tratamos de trasmitir cierto sentimiento de la dignidad humana, o aumentar la capacidad de la gente para enfren tarse a los problemas sin deses perarse. Viviano era un perde dor; Cándido [el protagonista de su próxima serie Este es mi barrio] será un perdedor, pero al final resulta que no lo son tanto. Loque quiero trasmitír es esperanza. Lo importante no es tanto loque la gente pregunta, sino la respuesta que les damos.
Mercero: Lo que estamos haciendo con las telecomedias es psicoterapia social. Cuando notas que has enganchado a la gente puedes decir más cosas que hacer reir solamente. Del capítulo de Farmacia de guardia que trató el racismo una asociación antixenófoba nos pidió 3.000 copias; el día que Adolfo (Carlos Larrañaga) donó su riñón, hubo donaciones masivas de órganos. Tenemos una responsabilidad social y vamos a seguir ejerciéndola.
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