La destitución de los tres dirigentes de UGT agrava el enfrentamiento en el seno del sindicato
Los tres dirigentes de UGT destituidos el martes por la ejecutiva del sindicato dirigieron ayer duras críticas contra el líder de UGT, Cándido Méndez. Dionisia Muñoz, José Luis Daza y Gustavo Gardey aseguraron que Méndez no obtendrá el apoyo del comité y, por tanto, deberá dimitir. Asimismo responsabilizan al secretario general de UGT de la crisis abierta. Una parte del sector crítico aglutinado en tomo a Manuel Fernández, Lito -Asturias, metal y Cataluña-, se ha alineado con los disidentes y han decidido que votarán en contra de su destitución. Si en el comité no se reúnen dos tercios de votos afirmativos, el conflicto desembocará en una oleada de congresos extraordinarios.
Dionisia Muñoz declaró ayer a EL PAÍS que Cándido Méndez no tendrá el respaldo requerido en el comité confederal extraordinario del próximo día 25, que debe ratificar su destitución y la de José Luis Daza y Gustavo Gardey. Para esa afirmación se basa en las manifestaciones que hicieron los secretarios generales en el consejo del pasado día 1 de febrero.En esa reunión mostraron su oposición a Méndez, por distintos motivos, los dirigentes del Metal, Empleados Públicos, Asturias, Cataluña, Madrid, Valencia y Navarra. La Rioja, Comercio y Hostelería, y Aragón manifestaron que en sus organizaciones hay división de opiniones. De hecho, los criterios de los máximos responsables de uniones y federaciones no son vinculantes para la votación en el comité. Por ello es previsible que algunas uniones y federaciones no voten en bloque y eso afectará a organizaciones del sector de Méndez, al de Lito y al de los tres disidentes -Madrid y Valencia-. La previsión que cada uno de ellos hace de lo que ocurrirá en el comité es discordante. Todo esto agudiza el enfrentamiento entre partidarios de Méndez y Lito que se arrastra desde que éstos pugnaron por la secretaría general de UGT en abril.
Dionisia Muñoz cree que, al margen del resultado del comité del día 25, "el problema es la crisis que se ha abierto en la UGT" de la que no se considera responsable. En su opinión, la decisión tomada el martes por Méndez y el resto de su equipo "es un error". José Luis Daza y Gustavo Gardey lanzaron críticas similares.
Los tres contaron ayer con el apoyo de un dirigente muy cercano a Lito. El secretario general de UGT de Asturias,. Eduardo Donaire, responsabilizó a Cándido Méndez de provocar una crisis en el sindicato al haber apartado a los tres miembros de la dirección críticos con su gestión. Donaire ha anunciado que votará en contra de esta decisión en el comité confederal y precisó que la ejecutiva debería dimitir si su propuesta es rechazada por este órgano, informa Javier Cuartas.
"La comisión ejecutiva confederal ha cometido un error garrafal", declaró Donaire. "No era el momento de abrir una crisis en esta organización.
Toda la responsabilidad de una posible crisis será de Méndez y de su ejecutiva. No hay ni una parte de, esa crisis posible que sea imputable a otros". El responsable asturiano agregó: "Me imagino que cuando han convocado el comité es porque han sumado los votos y disponen del apoyo de los dos tercios necesarios".
111 votos necesarios
Lito mantuvo ayer consultas con los líderes territoriales de la federación del metal que dirige para conocer su criterio. Y estudiaba la posición que adoptarán en el comité: votar en contra, al igual que Asturias, o no votar, como ya ha decidido Cataluña. Es posible que hoy haga pública su postura. En cualquier caso, los noes, las abstenciones o no votar van al mismo cesto. Los estatutos dicen que la destitución de dirigentes debe ser respaldada por dos tercios de los 166 miembros acreditados del comité. Y eso significa que se deben emitir 111 sies o más.Otras federaciones del sector crítico, como Cantabria, Banca y Construcción, se han descolgado de Lito en este conflicto y, previsiblemente, apoyen a Méndez. Teodoro Escorial, secretario de organización de Construcción, ratificaba ayer que su federación no quiere un proceso de congresos extraordinarios y así se ha puesto de manifiesto en un encuentro de los líderes territoriales, celebrado el viernes pasado. La decisión se tomará en comité federal, la víspera del confederal. Escorial cree que los disidentes deberían haber dimitido y les acusa de querer provocar un congrego extraordinario. A su juicio, hay que resolver esta crisis rápido "para seguir trabajando en las elecciones sindicales y en la negociación colectiva que, para nosotros, son las tareas más importantes".
Los miembros del sector de Méndez mostraron ayer su claro apoyo a la destitución. Entre ellos, Josu Frade, dirigente del País Vasco, quien aseguró: "La resolución es absolutamente correcta y, en todo caso, ha pecado de excesiva paciencia". Frade sugirió lo que hubiera sido preferible para Daza: "Presentar la dimisión y no tener que salir a empujones, como va a ocurrir".
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