La UCI mantiene que no cambiará sus normas antidopaje

El impulsó del sindicato español de ciclistas, presidido por el ex profesional José Luis Laguía, que ha encabezado la protesta de todos los ciclistas europeos, ha sido determinante para que el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el holandés Hein Verbruggen, aceptara hablar con los corredores del nuevo reglamento de control antidopaje. Eso fue una buena señal, pero no la respuesta oficial del máximo órgano Ciclista: la reunión sólo tenía como objetivo aclarar y precisar algunos puntos del reglamento, no para modificarlo, intención de la asociación de ciclistas. Un documento pergeñado en España sirvió de base para la reunión que celebraron en Suiza los dos últimos días Verbruggen y representantes de la asociación internacional de corredores.Como medidas suavizantes de -un reglamento considerado "impuesto e inquisidor" por equipos y corredores, los ciclistas trataron de la figura del médico de, la UCI, del voluntariado para la investigación y de la posibilidad de elección de un1aboratorio diferente para los contraanálisis.

Médico oficial

Si el consejo ejecutivo de la UCI hubiera aceptado aprobar las medidas solicitadas por los corredores, que nunca se han opuesto a un reglamento antidopaje, entraría en funcionamiento el médico de la UCI, un facultativo que supervisaría los tratamientos puestos por los médicos de los equipos para tratar a los corredores. Esto abriría las puertas al uso de sustancias prohibidas -como la efedrina- por su carácter estimulante, pero que son necesarias para curar más rápidamente los catarros.

Las normas de la UCI dictan la obligatoriedad de que los corredores sometidos a control rellenaran tres frascos de orina: uno para el análisis, otro para el contra análisis y otro para conservarse con fines investigadores. Este tercer frasco sería analizado con nuevas técnicas aparecidas con el paso de los años y un corredor podría ser sancionado hasta cinco años después de haber tomado una determinada sustancia. Para modificar este punto los ciclistas han propuesto que el rellenado del tercer frasco cuente con el consentimiento del corredor y que éste esté de acuerdo en que su orina ,pueda ser investigada posteriormente.