_
_
_
_
_
FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN

El Getafe no despierta

Los madrileños no consiguen corregir su incapacidad ofensiva

El Getafe presentaba ayer como pobre bagaje de su capacidad ofensiva un gol en seis partidos. Para los madrileños, la estadística continúa inmóvil. No hay manera. El Geta se mostró empeñado en mantener el resultado final y fue la viva imagen del fútbol sin ambiciones, falto de ideas. Parece que para los de Sánchez Duque el gol puede esperar.El técnico local, Josu Ortuondo, recurrió como tabla de salvación a tres jóvenes canteranos: Espeleta, De Paula y Moreno. Ante una afición nerviosa, con el ambiente crispado, saldó la jugada con éxito.

En el primer tiempo, el Badajoz perdonó tres clarísimas ocasiones de gol: MIdenovic falló un penalti; Pozo, sólo ante Caballero, no supo qué hacer, y De Paulo repitió la escena. En esos primeros 45 minutos el Getafe había cedido gratuitamente terreno al Badajoz con cuatro defensas y cuatro centrocampistas convertidos en okupas de su parcela, y Paquito y Julián, abandonados a su suerte. Aun así, el Getafe parecía jugar cómodo, sujetando sin complicaciones a Pozo, aunque el joven delantero local De Paula advertía una y otra vez. Argenta y Jaime resolvían bien en el centro del campo, intentaban que circulara el balón. Pero después de ellos estaba el vacío.

El nerviosismo cundió en la grada y en el terreno de juego. El marcador no se movía. Soriano, que había sustituido a Argenta, disponía de espacio, y Gonzalo se lanzaba bronco hacia el área local. Paquito seguía perdido arriba y Sánchez Duque le sustituyó por Mozos con una consigna: "No quiero que paréis el balón, porque el que lo para tiene problemas".

Cuando todo parecía indicar que sobre el césped ninguno de los dos equipos parecía capacitado para ganar, llegó el primer gol de Pozo. El terreno continuaba mojado, pero entonces el Getafe abrió línea y le metió el miedo en el cuerpo a la afición pacense, que a 14 minutos del final reclamaba al árbitro la hora. Y en ese querer y no poder, la mejor jugada de la tarde propició el segundo gol pacense y la condena del Getafe.

El Badajoz rompió su maleficio y le traspasa la presión a un Getafe inoperante en ataque, que al menos podía presumir de tener una defensa organizada, que ayer ni siquiera funcionó.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_