Las estrellas de la ópera 'reconstruyen' con nostalgia el Teatro del Liceo

14.000 personas acudieron a la gala lírica benéfica

Una atmósfera muy especial cubría anoche los 14.000 espectadores y 23 estrellas de la ópera que celebraron en el Palau Sant Jordi la gran gala en beneficio del Liceo. Una atmósfera construida con el lamento por todo lo que se ha perdido y la Voluntad de reconstruirlo. Ruth Codina, una niña de nueve años, abrió el concierto. Lo hizo con el himno Reconstruïm el Liceu, de Joan Albert Amargos. La gala recaudó 60 millones de pesetas.

La ficción se mezcló con la realidad. Presidía el escenario una enorme reproducción de un flamante Liceo, perteneciente al montaje de Ana Bolena, estrena...

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Una atmósfera muy especial cubría anoche los 14.000 espectadores y 23 estrellas de la ópera que celebraron en el Palau Sant Jordi la gran gala en beneficio del Liceo. Una atmósfera construida con el lamento por todo lo que se ha perdido y la Voluntad de reconstruirlo. Ruth Codina, una niña de nueve años, abrió el concierto. Lo hizo con el himno Reconstruïm el Liceu, de Joan Albert Amargos. La gala recaudó 60 millones de pesetas.

La ficción se mezcló con la realidad. Presidía el escenario una enorme reproducción de un flamante Liceo, perteneciente al montaje de Ana Bolena, estrenado en la temporada 1992-1993. Las imágenes de las ruinas del teatro, proyectadas en dos pantallas gigantes, sin embargo, devolvían al público al reino de la realidad. El prólogo de la celebración estuvo a cargo de Núria Espert, en una grabación realizada en el destruido teatro. La actriz recitó los poemas Desolació, de Joan Alcover; Llibre tercer, de Màrius Torres, y Les tombes flamejants, de Ventura Gassol. Siguió la interpretación del himno Reconstruïm el Liceu, a cargo del Coro del Liceo y Ruth Codina. Himno que se recuperaría al final de la gala en las voces de todos los cantantes que participaron en ella.La soprano húngara Eva Marton abrió la lista de interpretaciones en directo de las estrellas de la gala. Algunos ausentes, como José Carreras y Plácido Domingo, remitieron una grabación.

El programa estuvo dominado por Verdi, seguido de Puccini. Wagner fue el gran ausente. Precisamente una composición de Verdi sirvió al Coro del Liceo para abrir su turno de actuaciones. No sólo los cantantes quisieron estar presentes en la gala. A través de la pantalla se sucedieron los mensajes solidarios de muchos de los directores de los principales teatros líricos del mundo.

La soprano María Bayo, inédita en el teatro barcelonés, el barítono Piero Cappuccilli, la mezzosoprano Fiorenza Cossotto , su marido el bajo Ivo Vinco, el tenor Dalmau González y la soprano Aprille Millo fueron desfilando.

Los siguieron la soprano Gwyneth Jones, el tenor Jaume Aragall, el barítono Vicenç, Sardinero y la soprano Victoria de los Ángeles, que interpretó la célebre Habanera de Carmen de Bizet.

Los últimos en actuar fueron los principales cantantes de ópera españoles presentes en en Palau Sant Jordi: el barítono Joan Pons, la soprano Montserrat Caballé, el tenor Alfredo Kraus, la soprano Victoria de los Ángeles y el tenor Jaume Aragall. Les precedió, solemne, la mítica soprano italiana Renata Tebaldi, la rival de María Callas.

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