Nadie sabe nada
Gil se salta todas las instancias del club y anuncia un fichaje muy personal
El presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, se ha desentendido por completo del organigrama que él mismo ha creado en el club en su búsqueda de un nuevo futbolista extranjero con el que tratar de enderezar la torcida marcha del equipo, perdido en la zona media de la clasificación de la Liga y eliminado de la Copa de la UEFA por un OFI Creta tan potente como para ser goleado en su campo por el Boavista de Oporto en la ronda siguiente. Gil se niega a admitir mientras pueda hacerlo que su enésimo proyecto sea tan fallido como los anteriores.Nadie ha sido informado de la operación. Ni siquiera, el director general, Miguel Ángel Gil, su propio hijo. Apenas un mes después de la contratación de José Luis Romero como secretario técnico y Emilio Cruz como entrenador, el dirigente rojiblanco anunció ayer que tiene en su cartera el fichaje de un jugador. "Un medio punta hacia arriba", según sus palabras. Gil no quiso revelar el nombre, pero anunció la firma para la próxima semana. "Es un asunto que he llevado personalmente. No quiero que se rompa por alguna indiscreción indeseable", se limitó a declarar.
Tanto Romero como Cruz han quedado al margen de la operación. Todo un signo de la política de Gil. Durante su trayectoria como presidente, ha cargado en repetidas ocasiones contra el cuerpo técnico. Sólo Rubén Cano, ex secretario técnico, había sobrevivido a sus ataques pese a que en alguna asamblea general los socios pidieron a Gil su cabeza y, en apariencia, la obtuvieron. La indulgencia estaba motivada por la confianza del presidente en su director deportivo y el papel de paraguas de conflictos que cumplía Cano. El final de la relación, sobrevenida por la intención de Cano de dedicarse a otras tareas profesiónales, coincidió con el momento más desgarrado en la crisis del club, a finales de octubre. Gil decidió cambiar a los principales responsables del cuerpo técnico y el médico. Así, contrató a Romero como director deportivo y a Cruz como entrenador. Ninguno de los dos ha sido informado hasta ahora del futbolista descubierto por Gil.
Situación desairada
El tema coloca en una situación desairada tanto a Romero como a Cruz, obligados a aceptar la presencia de un jugador del que no tienen referencias por el momento. Gil sólo aclaró que es suramericano y ha despertado la atención del Mi lan en los últimos años. La nueva contratación, de producirse fihalmente, pondría fin a las es peculaciones sobre el fichaje de Piatniski, centrocampista del Spartak de Moscú, o el de SchoIz, defensa del Bayer Le verkusen. Gil había mostrado su predilección por SchoIz a pe sar de la postura contraria del sector técnico, que considera superficial la contratación de un nuevo hombre para la reta guardia.
La política personalista de Gil causó la queja en algunos departamentos técnicos el pasado verano. El presidente negoció las contrataciones de futbolistas antes de dirigir sus es fuerzos al fichaje del entrena dor. La llegada de Jair Pereira en estas condiciones estuvo abocada al fracaso desde el principio.
Gil negó cualquier relación entre el fichaje y la posición de Moacir en el club. Los rumores sobre el trueque entre Moacir y Palinha, centrocampista del Sáo Paulo, han sido insistentes en las últimas semanas. Al parecer, el equipo brasileño se niega al cambio sin recibir una alta compensación económica. Moacir confesó ayer su preocupación tras reunirse con Miguel Ángel Gil. "El hijo del presidente me ha reconocido que no sabe absolutamente nada de mi posible cambio por Palinha", manifestó Moacir, que añadió: "Comentarios como ésos no son buenos para un futbolista. Pero yo estoy tranquilo y realizo mi trabajo lo mejor posible. Mi conciencia está tranquila".
El vídeo no es prueba
El vídeo del partido en cuestión no puede utilizarse como una prueba formal para estudiar la sanción o no de un futbolista, según recordó ayer la FIFA en un comunicado a la Federación Española.Así, pues, el recurso del Atlético de Madrid al Comité de Apelación contra el encuentro de suspensión impuesto por el de Competición a Vizcaíno, expulsado el sábado en Oviedo, no tiene muchas posibilidades de prosperar a pesar de los antecedentes: revocado un partido a Olivares, del Tenerife, y otro a Unzué, del Sevilla; anulada una tarjeta amarilla al ruso Radchenko, del Racing, y rebajado de cuatro a tres encuentros un castigo a Giner, del Valencia.
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