La dimisión de Gérard Houllier agrava la crisis del fútbol francés

El seleccionador francés de fútbol, Gérard Houllier, presentó ayer su dimisión, 48 horas después de la destitución de su colega inglés, Graham Taylor. Se trata de la primera manifestación institucional de la crisis que vive el fútbol francés y que culminó la pasada semana con la eliminación de su selección del Mundial de EE UU 94. Houiller, que accedió al cargo en julio de 1992, afirmó que su dimisión responde "a una decisión madurada y estratégica" y opinó que los 15 segundos en los que Bulgaria marcó el gol que apartó a Francia del Mundial "habían podido más que los 900 minutos anteriores".Los hitos negros de la crisis francesa se encadenan, pero puede decirse que comienzan con el hundimiento de la tribuna provisional del estadio de Furiani, en Córcega, accidente que costó la vida a más de veinte personas. La Eurocopa de 1992 fue vivida como un fracaso y Michel Platini, el seleccionador del momento, dimitió. Luego, los mil y un rumores de corrupción se concretaron en el partido Olímpico de Marsella-Valenciennes. El Marsella será a continuación excluido de la Copa de Europa -de la que es el último vencedor- de la Supercopa y de la Intercontinental, verá cómo se le retira su quinto título de Liga consecutivo y, ya en plena ruina, el club de Bernard Tapie ha de desprenderse de Boksic, Desailly y Futre para poder asumir el pago de múltiples deudas. Michel Platini, cinco días antes del choque contra Bulgaria, le recordaba a Houllier que "en caso de no clasificación para el Mundial, el seleccionador debe dimitir".

La ministra de Deportes, Michéle Alliot-Marie, recibió ayer a Noel Le Graet y Jean Fournet Fayard, presidentes de la Liga y de la federación francesas, respectivamente. "Hay que cambiar las estructuras del fútbol francés y escuchar las distintas opiniones de las personas concernidas antes de tomar una decisión", había declarado la ministra. Por su parte, Platini recordó que "la imagen de nuestro deporte se degrada cada día más". Francia es el país organizador del Mundial de 1998. De pronto, todo el montaje se resiente.