Induráin valora positivamente su cuarto puesto en la Volta

Miguel Induráin resta importancia a la desacostumbrada imagen que ha ofrecido en la Volta a Catalunya. El mejor ciclista del mundo, ganador de los tres últimos Tour y de los dos últimos Giro, pasó por varios momentos de apuro. El martes cedió 30 segundos en el ascenso al puerto de La Bonaigua, los recuperó y los volvió a perder en Pla de Beret. El miércoles sufrió su más severa derrota en una contrarreloj al acabar en cuarta posición por detrás del italiano Fondriest, el colombiano Mejía y el suizo Zülle. Finalizó la prueba que había ganado los dos años anteriores en el cuarto puesto, a 40 segundos de su ganador, Mejía."He luchado contra adversarios en mejor estado de forma. A partir del Mundial he ido perdiendo poco a poco el golpe de pedal idóneo", comentó el ciclista navarro. No obstante, en la primera etapa contrarreloj, Miguel Induráin tan sólo fue superado por dos segundos por Fondriest, un resultado que ya se había producido en el Giro. Los primeros síntomas de debilidad se produjeron en La Bonaigua, un puerto de primera, largo y duro, pero no tan exigente como los que negoció en el Tour y en el Giro. "Allí vi que no estaba al ritmo de mis rivales", explicó.

José Miguel Echávarri, máximo responsable técnico del Banesto, elogió el pundonor de Induráin. "La categoría de un corredor se demuestra no sólo cuando gana grandes carreras. También hay que valorar su fortaleza y su amor propio cuando queda descolgado, como le sucedió a él. Cualquier otro en su lugar hubiera perdido un montón de minutos".

Induráin admite que no ha disputado la Volta en la forma en que lo hizo durante los dos últimos años. "No llegas cada año igual al final de temporada y ésta ha sido especialmente dura para mí", manifiesta. Otros corredores importantes se han mostrado en condiciones mucho peores. El suizo Tony Rominger (Clas), ganador de las dos últimas ediciones de la Vuelta, que acabó en el puesto 49º a 18 minutos o el francés Charly Mottet que fue 53º, a 19 minutos.