Los renovadores de IU, hallan muchas resistencias internas para convertirse en un partido nacional

Nueva Izquierda, la corriente renovadora de Izquierda Unida (IU), está hallando notables dificultades en su propio seno para sacar adelante la propuesta de constituirse como partido político a nivel nacional, idea a la que algunos de sus principales miembros ya renuncian. Los socialistas del Pasoc, integrados en la corriente, ya han expresado su oposición a que Nueva Izquierda se convierta en un único partido, pues supondría su desaparición. Dirigentes renovadores recalcan que no renuncian a la idea del partido, aunque reconocen la dificultad de que salga ádelante.

La dirección del Pasoc remitió recientemente una nota interna a sus federaciones en la que asegura que ese partido "no adoptará ninguna decisión que le implique en un proceso de construcción de un nuevo partido y la consiguiente desaparición del nuestro". El texto añade: "La opción de convertir a Nueva Izquierda en un partido político sólo podría ser deseable y posible en un proceso ordenado y a medio plazo a partir de las señas de identiddd y de la organización del Pasoc".El documento está firmado por Alonso Puerta, secretario general del Pasoc, y por Franco González, vicesecretario general. Un dirigente de esta formación reflexionaba así: "Hay que ver para qué se quiere hacer un partido y con qué objetivos. No podemos meternos en viajes a ninguna parte".

También a nivel territorial se dan diferencias, pues los renovadores de algunas federaciones, como Andalucía, apuestan con fuerza por la idea del partido, mientras otras, como Valencia, se resiten a ello.

Otros miembros cualificados de la corriente recalcan que Nueva Izquierda no ha renunciado oficialmente a nada y que, si bien es dificil que cuaje la propuesta de un nuevo partido estatal, todo está abierto a debate en la -convención que mantendrán a fines de septiembre. Para estos renovadores, la tesis más apoyada es que dentro de la corriente nazca un nuevo partido que congregue a aquellos renovadores que deseen integrarse en él y que conviva con el Pasoc y con los adscritos que no quieran formar parte del partido. Sobre estas formaciones, Nueva Izquierda tendría una dirección máxima.

"Lo fundamental es tener Un programa propio, una estructura organizativa propia con una dirección fuerte y medios para llevar adelante esa estructura"-, resalta un renovador.

La dirección de Nueva Izquierda ha mantenido varias -reuniones a nivel estatal la última el 23 de julio- y con sus representantes en las federaciones de IU para avanzar en la búsqueda de un consenso de cara a su convención. Una de las razones que miembros de Nueva Izquierda reconocen que les impulsa a buscar el mayor acuerdo interno en la corriente -es que el PCE se está "rearmando para tutelar IU. No podemos presentarnos divididos". Los renovadores consideran que la política que sigue la mayoría que apoya a Anguita está llevando a IU al aislamiento social y parlamentario.

Nueva Izquierda quiere dar a su convención un carácter muy político, dejando en segundo plano la discusión organizativa. El líder renovador, Nicolás Sartorius, prepara el documento polític o que se discutirá y que recogerá la necesidad de que IU defina una estrategia y una política de alianzas que haga factible un giro a la izquierda, dejando abiertas áreas de encuentro con el PSOE.