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Cruyff quiere dejar de entrenar en 1995

ENVIADO ESPECIAL El Barcelona inicia esta noche frente al Werder Bremen (20.15, La 2) el cierre de un ciclo. La Supercopa es el último producto derivado de su victoria hace nueve meses en la Copa de Europa. Como dice Johan Cruyff, es un título y nada más. El técnico holandés, sin embargo, aprovechó la ocasión para anunciar que piensa dejar el cargo de entrenador una vez concluya el contrato que le mantendrá ligado al Barcelona hasta 1995, y que debe rubricar de forma oficial en los próximos días. Después, su deseo es seguir como mánager general, alejado de la tensión de los banquillos.

Cruyff declaró que no se ve capacitado para "aprender otro idioma e ir a vivir en otro país". Confiesa haber echado raíces tan profundas en Barcelona que no contempla moverse de la ciudad. El holandés deja entrever que podría abandonar los banquillos al término de su contrato, ya redactado pero sin firmar: "Me gusta disfrutar", dice, "y si no disfruto...". Confirmó también que, pese a la dimisión de la junta que le nombró, respetará su compromiso con la federación holandesa para hacerse cargo de la selección de Holanda si se clasifica para la fase final del Mundial de 1994.

Fatiga mental

Cruyff declara que la vida profesional en el Camp Nou es propicia para que afloren síntomas de fatiga mental. "Es un club donde cada partido es importante," reconoce, "y esto puede crear tensiones. Pero es el Barça y hay que aceptarlo. Es lo primero que exige estar en el Barcelona".

El técnico azulgrana quiso dar más valor al partido de Bremen tras haberlo pintado con medias tintas al dejar en Barcelona a Laudrup y Juan Carlos "porque tenemos un partido muy importante el sábado", [el Atlético de Madrid] y convocar a Christiansen. Admite: "Es difícil motivarse para este partido y no iremos al ciento por ciento. Pero respeto la importancia de ganar un trofeo que no tiene el club".

Eliminados de la Copa de Europa y derrotados en la Copa Intercontinental, la Supercopa europea se ha convertido en un trofeo de peso para un Barcelona que ha fracasado en las tres finales que ha disputado de esta competición: perdió contra el Nottingham Forest en 1979, con el Aston Villa en 1982 y el Milan en 1989. El rival azulgrana es esta vez el Werder Bremen, un equipo del norte de Alemania que hace casi nueve meses rescató una temporada nefasta ganando al Mónaco la Recopa.

La figura del Werder Bremen sigue siendo Otto Rehhagel, de 54 años. Con él se consumó el ascenso a la Primera División y el saldo desde entonces ha arrojado un título de Liga en 1988, subcampeonatos en 1983, 1985 y 1986; una Supercopa alemana en 1988, una Copa en 1991 y la Recopa de 1992.

Werder Bremen: Reck; Neubarth, Bratseth, Borowka; Bockenfeld, Legat; Eilts, Votava, Herzog; Bode, Hobsch.

Barcelona: Zubizarreta; Koeman; Ferrer, Pablo; Guardiola; Eusebio, Nadal, Witschge, Amor; Goicoechea, Stolchkov.

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