Luciano Pavarotti,
que hoy debuta en Tel Aviv, ha tenido algunos problemas precisamente por lo contrario: su corpulencia. Para su mayor comodidad, los sofás, las camas y las mesas de la suite de un lujoso hotel en que se hospeda tuvieron que ser elevadas medio metro a petición del tenor. Un portavoz del establecimiento comentó que el tenor también pidió que le construyeran un escalón especial para entrar a la bañera y cortinajes que impidan la entrada de la luz diurna en su habitación. A pesar de haber advertido recientemente a la prensa local de que "no me vais a conocer, he rebajado muchos kilos", Pavarotti, de 56 años, llegó con su peso de siempre, cerca de 150 kilos.El tenor de Módena, hijo de un panadero aficionado al bel canto y padre de dos. hijas, llegó el martes por la noche acompañado de siete ayudantes. Pavarotti ofrecerá un solo concierto y estará acompañado por la Orquesta Filarmónica de Israel bajo las órdenes de Zubin Mellíta.-
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