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FINAL DE LA COPA DE EUROPA

Más de 10 heridos en la "fiesta" de la Rambla

Más de 10 heridos se produjeron ayer en la Rambla barcelonesa, en la concentración habitual de aficionados azulgrana para celebrar la victoria en la Copa de Europa. Según fuentes de la Guardia Urbana, unas 15.000 personas se citaron en Canaletas y colapsaron todo el centro de la ciudad. En las demás capitales catalanas hubo también concentraciones, y en Banyoles, la Guardia Civil cargó contra un nu meroso grupo de aficionados barcelonistas, sin consecuencias graves ni detenciones.

La fiesta de la Rambla acabó mal. Desde el momento en que el Barcelona consiguió la victoria en Werribley, una gran masa de aficionados surgió de todas partes y se citó en Canaletas. "Nosotros habíamos tomado medidas, pero no pudimos evitar que se produjeran incidentes, que se produjeron sin motivos específicos", señaló ayer el departamento de prensa de la Guardia Urbana de la Ciudad Condal. Algunos de los aficionados aprovecharon la cita para originar peleas y altercados, en los que se produjo la rotura de algunas botellas."El tráfico estuvo cortado durante varias horas por la Rambla, pero después algunos grupos de aficionados se desplazaron hacia calles de Balmes y de Aribau y produjeron colapsos circulatoríos, también en aquellas zonas", según las mismas fuentes.

Horas antes de estos incidentes, Ferran Cardenal, gobernador civil de Barcelona, había emitido un comunicado en el que animaba a la afición a manifestar su alegría, pero evitando los desmanes. No obstante, se produjeron. Más de 10 personas debíeron ser atentidas de diversas heridas que, según la Guardia Urbana, no tenían excesiva gravedad. "Nosotros no tenemos constancia de que ninguno de los heridos fuera de importancia", señalaron los responsables de la seguridad ciudadana. "Simplemente, se trató de algunas peleas, cortes y cosas intrascendentes".

Una de las peleas más espectaculares se produjo en la Ronda de San Pedro, donde dos grupos de seguidores azulgrana tuvieron una acalorada discusión, agravada por el estado etílico de algunos de ellos.

Mientras tanto, otros elementos zarandeaban algún que otro coche, rompían cristales de los kioscos, se desnudaban y se bafiaban incluso en las fuentes de plaza Cataluña.

A altas horas de la noche (dos de la madrugada), seguían las incidencias en la Rambla. Dos representantes de los medios de comunicación fueron increpados por la multitud y debieron ser atendidos. Por otra parte, varias unidades de la policía antidisturbios tuvo que actuar para frenar la actitud beligerante de los manifestantes.

Antes de los incidentes, la ciudad vivió en silencio la final, a través de la televisión, que centró la atención ciudadana. Lo acusaron los cines y los teatros, y quedó también patente en las calles, que se vaciaron antes de lo habitual.

La Rambla se ambientó a partir de las seis de la tarde. Faltaban más de dos horas para el inicio del partido y muchos grupos de seguidores azulgrana que no habían podido desplazarse a Londres estaban ya rondando por la zona, ataviados con banderas por capa y zarandeando bufandas. Los tenderetes montados para esta ocasión vendían sus productos azulgrana a precios oscilantes entre las 800 y las 1.200 pesetas. Todo el mundo quería hacer su agosto. En otras ciudades catalanas, las manifestaciones por la victoria se produjeron de forma más pacífica. En las ciudades de la comunidad autónoma más importantes se festejó el triunfo del Barcelona coreando el nombre del equipo y haciendo ondear banderas y bufandas.

El triunfo obtenido por el Barcelona fue recibido con indiferencia en Is principales calles de Madrid, según indicaron a la agencia Europa Press fuentes de la policía madrileña.

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