Miguel Sáenz gana el Premio de Traducción por toda su obra

Antonio Alvar Ezquerra y Basilio Losada reciben el galardón de 1991

Miguel Sáenz Sagaseta de llurdoz recibió ayer el Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra, que incluye sobre todo el descubrimiento de un autor como el austríaco Thomas Bernhard, además del indio Salman Rushdie o sus trabajos sobre los alemanes Günther Grass y Michael Ende. El Premio Nacional de Traducción de este año recayó ex aequo en Antonio Alvar Ezquerra y Basilio Losada, por versiones del latín (Obras de Décimo Máximo Ausonio) y del portugués (El cerco de Lisboa, de José Saramago) al castellano. El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 2,5 millon...

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Miguel Sáenz Sagaseta de llurdoz recibió ayer el Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra, que incluye sobre todo el descubrimiento de un autor como el austríaco Thomas Bernhard, además del indio Salman Rushdie o sus trabajos sobre los alemanes Günther Grass y Michael Ende. El Premio Nacional de Traducción de este año recayó ex aequo en Antonio Alvar Ezquerra y Basilio Losada, por versiones del latín (Obras de Décimo Máximo Ausonio) y del portugués (El cerco de Lisboa, de José Saramago) al castellano. El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 2,5 millones de pesetas.

"No hay lectura más atenta que la del traductor", dice Miguel Sáenz, nacido hace 58 años en Larache (Marruecos), traductor del alemán, inglés y francés, licenciado en Filología Alemana y Derecho, fiscal del Tribunal Supremo y funcionario de organismos internacionales."No sé si podría decirse que el traductor es buen crítico", reflexiona Sáenz, "pero algunos de nosotros, en razón del conocimiento sobre ciertos autores o literaturas, hacemos con frecuencia informes para las editoriales o, lo que es más importante, conseguimos traducir los libros que nos gustan".

Contacto

A Miguel Sáenz, a la hora de traducir a un autor vivo, le parece fundamental el contacto con él. "Pero la colaboración entre autor y traductor depende de la voluntad del escritor", matiza."Hay autores", dice, "plenamente conscientes de la importancia de mantener la conexión con quien les traduce, como es el caso de Günther Grass, que se reunió una semana en Francfort con sus traductores para discutir juntos El rodaballo, y manifestar sus preocupaciones por lo que pudiera hacerse en diversas lenguas con tal o cual párrafo. Salman Rushdie es también de quienes prefiere estar muy en contacto con el traductor".

Miguel Sáenz es responsable de la traducción al castellano de la novela que consagró internacionalmente al escritor indio, Hijos de la medianoche, y también de otro relato, Vergüenza.

Pero el gran descubrimiento de la obra de Sáenz es el austriaco Thomas Bernhard, conocido en España gracias a sus traducciones varias veces reeditadas. Por El Rodaballo, del alemán Günther Grass, Miguel Sáenz obtuvo el premio Fray Luis de León de Traducción en 1980.

"Thomas Bernhard pertenecía a otro tipo de escritores", afirma el traductor, "porque su concepto era que la traducción convertía un libro en obra de quien traduce, y afirmaba que él, como autor, se despreocupaba del resultado".

Del escritor austríaco Thomas Bernhard, Miguel Sáenz ha vertido al castellano títulos novelísticos como Trastorno, El imitador de voces, El malogrado, Hormigón, y las obras teatrales El ignorante y el demente, La partida de caza y La fuerza de la costumbre.

Traductor versátil, Miguel Sáenz confiesa moverse con más facilidad en el idioma inglés, pero prefiere la lengua alemana. "Supongo", dice, "que el hecho de haber trabajado casi cinco años en un organismo internacional como las Naciones Unidas me produjo una cierta hartazón del inglés. Adentrarme en el alemán me incita más, es como un desafío intelectual".

Además de Bernhard y Rushdie, Miguel Sáenz ha traducido asimismo a escritores como Michael Ende (La historia interminable, premio nacional de traducción en 1983), Alfred Döblin, Peter Handke, Bertold Brecht, Arthur Schnltzler, Wolfgang Amadeus Mozart, Mörike, Christa Wolf (Casandra), Joseph Conrad o Henry Roth (Llámalo sueño).

Latín y portugués

Antonio Alvar Ezquerra, por la traducción del latín al castellano de las Obras de Décimo Magno Ausonio, y Basillo Losada, por la del portugués al castellano de Historia del cerco de Lisboa, de José Saramago, obtuvieron por igual votación el Premio Nacional de Traducción.El jurado estuvo compuesto por Federico lbáñez, director general del Libro, Jesús Moreno, director del Centro de las Letras, y 18 vocales, entre ellos Francisco Rico, Gregorio Salvador Caja y Luis Alberto de Cuenca.

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