Un Chejov distinto
No estamos acostumbrados a este Chéjov, sino al de la tradición del teatro de Arte de Moscú, que es como se viene representando en el mundo, salvo extravagancias: el aislamiento de los personajes en sí mismos, los monólogos simultáneos; la vida devastada, yerma; los presentimientos de la sociedad estéril que se deshace.Otomar Krejka, que ganó su mito de defensor de la libertad en las represiones de Praga años después de la primavera, lo dirige mas a la manera romántica: personajes apasionados, situaciones sobreactuadas. Liubov, la protagonista, queda borrosa, pálida y ganan los personaj...
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No estamos acostumbrados a este Chéjov, sino al de la tradición del teatro de Arte de Moscú, que es como se viene representando en el mundo, salvo extravagancias: el aislamiento de los personajes en sí mismos, los monólogos simultáneos; la vida devastada, yerma; los presentimientos de la sociedad estéril que se deshace.Otomar Krejka, que ganó su mito de defensor de la libertad en las represiones de Praga años después de la primavera, lo dirige mas a la manera romántica: personajes apasionados, situaciones sobreactuadas. Liubov, la protagonista, queda borrosa, pálida y ganan los personajes pintorescos. Lo cual conduce a los actores a la exageración en contraste con cierto mimo a los movimientos secundarios, a la relación larga y morosa con los objetos. Lejos del idioma checo de esta versión, nos falta Chejov y nos sobra tiempo.
El jardín de los cerezos
De Anton Chejov, versión checa de Otomar Krejea, hijo. Intérpretes, Marie Tomásová, Jana Franková, Marie Horácková, Milan Riehs, Jan Hartl, Otomar Krejca, hijo, Borik Procházka, Hana Pastejriková, Vladimir Matejcek, Nela Boudová, Josef Patoeka, Tomás Turek, Alexej Okunev. Compañía Divadlo Za Branou (Checoslovaquia). Dirección: Otomar Krejca. Teatro María Guerrero, 7 de marzo.
Quizá la mitad, quizá mas, se fueron en el descanso: agradecidos, pero exhaustos. A pesar de que la representación fue abreviada. Los que sobrevivieron eran los apasionados de esta forma de teatro. Todos aplaudieron con la admiración lógica al esfuerzo, y a las condiciones de los actores que, quizá con otra dirección, llegarán a cimas mucho mas altas.