La FIBA permite que el Maccabi vuelva a jugar la Copa de Europa en Tel Aviv

La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) decidió ayer la vuelta a la normalidad en los calendarios de las competiciones europeas, que habían sido alterados desde el pasado 11 de enero a causa de la guerra del Golfo. Una vez finalizado el conflicto bélico, la FIBA se ha apresurado a obligar a todos los rivales del Maccabi a que viajen a Tel Aviv. La fórmula utilizada para evitar que la contienda pudiese alterar la Copa de Europa hará que el campeón israelí dispute en su pista los cuatro partidos que le quedan frente al Barcelona, el Aris de Salónica, el Pop 84 de Split y el Bayer Leverkusen. Ello puede tener una influencia decisiva en su clasificación para las semifinales del máximo torneo continental, que se disputarán en París el 16 de abril.Cuando la FIBA obligó a los equipos de Israel a jugar fuera de su país, la liguilla de la Copa de Europa todavía estaba en la primera vuelta, por lo que se instrumentó una solución intermedia. Se cambió el orden de los partidos y, así, el Maccabi jugó en Salónica frente al Aris y en Leverkusen frente al Bayer cuando, en realidad, dichos encuentros debieron haberse jugado en Tel Aviv. Por lo tanto, el único que ha jugado en pista neutral el equipo israelí, concretamente en Bruselas, fue el pasado 14 de febrero frente al Seavolini de Pesaro. La victoria fue para el equipo italiano por 87-93.

Contra el Barcelona

Pese a que los israelíes son tan sólo los sextos en la clasificación actual de la liguilla, el hecho de que disputen los cuatro partidos que les quedan en su casa les permite concebir esperanzas de clasificación, puesto que tan sólo acumula una derrota más que el Scavolini y el Bayer y dos más que el Pop 84 y el Aris. El Barcelona, con nueve victorias y una derrota, es el único equipo ya matemáticamente clasificado para las semifinales.Precisamente, el cuadro azulgrana ha sido el primer afectado por el levantamiento de las medidas que la FIBA tomó en su día con motivo de la guerra. El club barcelonista había preparado ya el viaje a Bruselas para enfrentarse el próximo jueves al Maccabi. Ayer por la mañana la FIBA comunicó por teléfono la decisión a sus directivos, que, a lo largo de la jornada, realizaron intensas gestiones para solucionar el imprevisto viaje a Tel Aviv.

Salvador Alemany, presidente del baloncesto azulgrana, informó de la posibilidad de que la FIBA o el Maccabi puedan pagar una contraprestación por los perjuicios económicos que supone un cambio tan brusco de la ciudad que acogerá el partido. "Pero lo que no pueden compensar", agregó Alemany, "es el riesgo que en mayor o menor medida puedan sentir quienes viajen hasta Tel Aviv". El desplazamiento se hará en un vuelo charter el mismo jueves, el día del partido.