Sobre la autoría del rey pequinés

Hacia 1963, cuando Nicholas Ray rodaba 55 días en Pekín, los chicos de la crítica más espabilados empezaban a vislumbrar en el horizonte de su filmografía uno de los universos poéticos más fecundos de la historia del cine.Claro es que su fichaje para el imperio de Samuel Bronston que imponía sus servicios a la superproducción exenta de zarandajas existenciales, había de ser mal vista por el cinéfilo de pro y ahí quedan Rey de reyes y 55 día en Pekín, consensuadas como tropezones insalvables. En 55 días en Pekín, además, conocida broncas entre el productor y Ray, entre Ray y Heston, entre una Ava Gadner rociada de anís y Ray provocaron que no pudiera concluir la película ni revisar el montaje.

Ahora bien, ¿es realmente necesario calibrar qué dosis de arterias de Ray permanecen en 55 días en Pekín para disfrutarla? Si es así, cuatro o cinco momentos íntimos de especial lirismo pueden reconocérsele en la obra. El resto, un fastuoso filme de acción, sólido, impecable.

El viaje de los comediantes -inédita en nuestras pantallas comerciales, del griego Theo Angelopoulos- es una excelente crónica de una compañía de actores y pieza capital del cine con temporáneo. Sin exageraciones.

55 días en Pekín, a las 22.20; El viaje de los comediantes, a las 2.00. Por TVE-1.