El Barça controló a los Boixos Nois tras una pelea que acabó a navajazos

El Barcelona dispone desde hace tres años de un sistema de seguridad con el que, de momento, ha conseguido erradicar la violencia del Camp Nou, protagonizada por un grupo de seguidores denominados los Boixos Nois que nació a principios de la década de los ochenta. Las medidas de control se pusieron en marcha tras una pelea entre boixos nois y brigadas blanquiazules (6 de febrero de 1985), cerca del Camp Nou, tras un partido entre Barça y Español, que acabó con el apuñalamiento de un seguidor azulgrana.Eduardo Combas, jefe de personal y máximo responsable del sistema de seguridad del club azulgrana, explica que lo primero que se hizo fue dividir las gradas del gol sur, donde se colocaban los boixos nois, en ocho compartimentos, colocar unas rejas que aislaran a los espectadores. Además, se procedió a la identificación de la gente de esa zona".

En el gol sur sólo pueden acceder ahora "personas que sean socios y que, a la entrada, se identifiquen como tales mostrando su carné y además el Documento Nacional de Identidad, del cual tenemos un duplicado en taquillaje para evitar posibles falsificaciones". Evidentemente, esos seguidores son registrados antes de acceder al estadio, reteniéndoles cualquier objeto que pudiera originar peligro, además de prohibirles el consumo de alcohol, y, posteriormente, son objeto de un severo control. "Unas 70 personas, entre guardias jurados, contratados por el club, y policías, están pendientes exclusivamente de esa zona", apunta Combas. El Barça dispone de un sistema de vídeo con tres cámaras -una en el gol sur, otra en tribuna y la tercera en una lateral-, para identificar a los alborotadores.

Combas, sin embargo, reconoce que controlar a los provocadores fuera del estadio o en otros campos "es muchísimo más difícil".