Ortega pide negociar directamente con EE UU

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró ayer en Quito que las conversaciones de paz con la contra sólo podrán reanudarse en Managua o en Washington, con lo cual rechazó la oferta del presidente costarricense, Óscar Arias, de realizar ese diálogo en San José. Ortega descalificó a Arias como juez del proceso de paz en Centroamérica e hizo enésimo llamamiento a Estados Unidos a mantener conversaciones de seguridad bilaterales. Las declaraciones del líder sandinista confirman que las conversaciones de paz para Nicaragua se han trabado en un asunto inconcebible.

Cuando este proces...

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró ayer en Quito que las conversaciones de paz con la contra sólo podrán reanudarse en Managua o en Washington, con lo cual rechazó la oferta del presidente costarricense, Óscar Arias, de realizar ese diálogo en San José. Ortega descalificó a Arias como juez del proceso de paz en Centroamérica e hizo enésimo llamamiento a Estados Unidos a mantener conversaciones de seguridad bilaterales. Las declaraciones del líder sandinista confirman que las conversaciones de paz para Nicaragua se han trabado en un asunto inconcebible.

Cuando este proceso empezó en noviembre del pasado año, la contra, Estados Unidos y el propio presidente Arias presionaban para que las negociaciones se desarrollaran en Nicaragua. La resistencia de los sandinistas obligó a que se realizaran varias rondas fuera del país. Finalmente, el Gobierno nicaragüense accedió a llevar las conversaciones a Sapoá y a Managua, después.Ahora se han invertido los papeles y es la contra la que no quiere regresar a negociar a Managua, mientras que los sandinistas, con lo dijo ayer Ortega, se niegan a otra alternativa que no sea la muy improbable de Washington. En unas declaraciones hechas el pasado jueves en Quito, el presidente Oscar Arias coincidió con los dirigentes de Resistencia Nicaragüense en que no existían las condiciones propicias para celebrar las conversaciones en Managua y ofreció el territorio costarricense para ese diálogo.

Las condiciones políticas empeoraron en el interior de Nicaragua el mes pasado, después de la última reunión fracasada con la contra. El Gobierno cerró temporalmente el diario La Prensa e indefinidamente la emisora Radio Católica, al mismo tiempo que encarceló a varios dirigentes de oposición. El presidente Ortega descartó ayer la liberación de esos detenidos porque, según dijo, "son reos que están a las órdenes de los jueces por haber cometido delitos". El líder sandinista afirmó que existen en Nicaragua las condiciones suficientes para que se pueda llevar a cabo el diálogo de paz y propuso una nueva ronda para los días 26, 27, 28 y 29 del presente mes.

Daniel Ortega, que ha vestido durante toda su estancia en Quito uniforme militar, dijo en referencia a Óscar Arias que "ningún presidente centroamericano puede erigirse en juez de los demás países", y propuso que los que reclaman tanto, a los sandinistas lo que deben hacer es reclamarle a Estados Unidos para que cese su agresión contra Nicaragua". Criticó la ayuda humanitaria para la contra aprobada por el Senado norteamericano y advirtió que ello constituye "un atropello de los acuerdos de Esquipulas 2.

Entrevista con Castro

El dirigentes sandinista se entrevistó el jueves en Quito con el presidente cubano, Fidel Castro. Ambos eran los dos únicos jefes de Estado que permanecían ayer en esta capital después de haber participado en la toma de posesión del nuevo presidente ecuatoriano, Rodrigo Borja. Fidel Castro se había reunido anteriormente con Óscar Arias, pero el alcance de lo tratado no se conocerá, tal vez, hasta la conferencia de prensa que tiene previsto presidir hoy el líder de la revolución cubana, precisamente el mismo día en que Castro celebrará su 62 cumpleaños.Los ocho jefes de Estado que estuvieron presentes en Ecuador mantuvieron numerosos contactos bilaterales, pero no se alcanzó consenso para elaborar una declaración conjunta sobre la situación en América Latina. Las principales coincidencias se han dado en relación con Chile, país para el que varios mandatarios aquí presentes han pedido un referéndum limpio y que abra el camino hacia una verdadera democratización. Raúl Alfonsín, Jaime Lusinchi, Óscar Arias y Virgilio Barco se han pronunciado a favor del "pleno reconocimiento de los resultados" que exprese la consulta popular.

Sobre Chile tuvo también que responder ayer a varias preguntas el comandante Ortega, a cuyo Gobierno acusan las autoridades militares chilenas de apoyar los brotes guerrilleros contra el régimen de Augusto Pinochet. Ortega negó toda relación con esos hechos y afirmó que si ha surgido la guerrilla en Chile no es porque Nicaragua, "que está muy lejos de ese país", la haya creado, sino porque Estados Unidos respaldó hace 15 años un golpe militar.

Cuando los nuevos ministros han ocupado ya sus despachos y Ecuador, según decía ayer el editorial de un influyente diario, "vuelve a ser un país en donde el ejercicio de la libertad de opinión y la presencia de personas de todas las posiciones ideológicas no constituye hazaña", el único punto negro que se recuerda de estas jornadas ha sido el conflicto protocolario surgido con, Perú, cuyo vicepresidente, Luis Alberto Sánchez, se fue precipitadamente de Quito sin asistir al discurso de Rodrigo Borja.