_
_
_
_

Desarticulada una red internacional de proxenetas que operaba desde Granollers

Cinco personas fueron detenidas ayer en Granollers (Barcelona) como presuntas responsables de una red internacional de proxenetas que operaba desde esa localidad. Esta organización, según fuentes policiales, ofrecía a jóvenes de la República Dominicana viajar a España para trabajar como empleadas de hogar o para cuidar niños y, una vez en la península, las obligaban a ejercer la prostitución. Estas fuentes calculan que más de 150 dominicanas con edades comprendidas entre los 15 y 26 años han podido Regar a España en los dos últimos años.La detención de Edith Gertrudis Jiménez, de 32 años y de nacionalidad dominicana; de su marido Francisco González Serrano, de 30 y de nacionalidad española; de José Campos Gutiérrez, de 40; y de José y María Rosa Jiménez, ambos hermanos de Edith, ha sido posible a raíz de la denuncia presentada por el novio de una de las víctimas. Los detenidos, todos ellos residentes en Granollers, están acusados de detención ilegal, amenazas y coacciones y han pasado a disposición judicial.

Juan Fernández, empleado de un club próximo a la Seu d'Urgell (Lérida), denunció el pasado martes en la comisaría de esta localidad la situación de su novia A. G., de 24 años y de nacionalidad dominicana. La joven, según la policía, había viajado a España para trabajar como empleada de hogar o cuidadora de niños, como le había asegurado la organización desarticulada en la República Dominicana. Antes de ser aceptada, A. G. tuvo que remitir una carta con una fotografía suya a Edith, a quien la policía considera responsable de la organización. La joven fue aceptada por la banda y recibió un billete de avión y 1.000 dólares.

A. G., al igual que el resto de las jóvenes engañadas, según fuentes policiales, era obligada a devolver los 1.000 dólares a su llegada al aeropuerto y a trabajar en una barra americana controlada por la organización. Los responsables de ésta amenazaban a las víctimas que se oponían a prostituirse y les indicaban que, antes de marcharse, debían de pagar las 400.000 pesetas que habían contraído de deuda por sus gastos de traslado y manutención.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_