Incredulidad y desolación en la afición del Athlétic por la marcha del equipo

El Athlétic de Bilbao ve comprometido su futuro en Primera División cuatro años después de ganar su segundo título consecutivo de Liga. Incrédula y desolada, la afición ha visto cómo el equipo de Iribar ha acabado con una de las tradiciones más rancias del fútbol español: los rojiblancos disputarán por primera vez en su historia el descenso. La situación no es extraña, porque el Athlétic ha sido el equipo que menos puntos ha sacado en la segunda vuelta.

Vicente Biurrun ha sido el primer jugador que ha aceptado la situación con realismo. El portero declaró tras el partido de Las Palmas que Ia Liga coloca a cada equipo donde tiene que estar". La asunción de responsabilidades por parte del guardameta quizá proviene de su pasado de Osasuna, un equipo habituado a batallar cerca del precipicio. Para el Athlétic, por contra, la mayor dificultad consistirá en aceptar la evidencia de su lamentable posición.Hace tan sólo dos meses, Iríbar tachaba de ilusos a quienes dudaban que el Athlétic terminaría colocado entre los seis primeros del campeonato. Frente a unos equipos que habitan con el síndrome del descenso, el Athlétic tendrá que disputar diez partidos por la supervivencia y olvidar su condición de club con 800 millones de presupuesto y sus recientes glorias pasadas.

Dos victorias

El Athlétic aborda la fase final con unos precedentes angustiosos. El equipo bilbaíno ha sido el que menos puntos ha conseguido en la segunda vuelta de la Liga. Tan sólo ha ganado dos partidos y ha sumado diez puntos en 17 partidos. De sus compañeros de viaje, únicamente ha logrado derrotar a Osasuna. Pero el Rácing de Santander obtuvo la victoria en San Mamés, y el Cádiz le arrebató un punto en el histórico feudo rojiblanco.

La dificultad psicológica de disputar la ligüilla de descenso está acompañada por la proliferación de lesiones en la plantilla, que está diezmada en los puestos más relevantes. Goikoetxea y Argote, los dos Jugadores más anhelados por Iribar, sufren largas dolencias musculares, al igual que Patxi Salinas. Y De Andrés, otro veterano que ha ofrecido un enorme rendimiento en pasadas temporadas, se enfrenta con una múltiple fractura de ligamentos que pone en peligro su carrera deportiva.

Por el momento, la junta directiva se limita a pedir tranquilidad y unión en torno al club. El presidente, Pedro Aurtenetxe, ha asegurado que Iríbar cuenta con toda su confianza. Pero nadie descarta que una sensación de pánico se apodere de los mandatarios del club y adopten en breve una solución de urgencia.