Europa y EE UU se disputan una reserva de chimpancés para sus programas contra el SIDA

La Comunidad Europea (CE) corre el riesgo de dejar escapar a un contingente de monos que sería de gran utilidad para encontrar una vacuna contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). En el instituto de investigación aplicada Primaten Centrum, situado en la localidad de Rijswiik, cerca de Amsterdam, la más numerosa reserva de chimpancés existente en Europa puede emigrar a EE UU si sus actuales propietarios no obtienen los fondos necesarios para mantenerlos.La pensión de cada uno de estos 120 simios, a los que se les administran caros tratamientos para poder someterlos a expe...

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La Comunidad Europea (CE) corre el riesgo de dejar escapar a un contingente de monos que sería de gran utilidad para encontrar una vacuna contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). En el instituto de investigación aplicada Primaten Centrum, situado en la localidad de Rijswiik, cerca de Amsterdam, la más numerosa reserva de chimpancés existente en Europa puede emigrar a EE UU si sus actuales propietarios no obtienen los fondos necesarios para mantenerlos.La pensión de cada uno de estos 120 simios, a los que se les administran caros tratamientos para poder someterlos a experiencias médicas, cuesta diariamente cerca de 20.000 pesetas, según sus dueños, que aseguran no estar en condiciones de mantenerlos durante mucho tiempo. El centro ha recibido, según su director adjunto, Huub Sclillekens, varias ofertas de laboratorios no europeos interesados por la adquisición de todos los chimpancés, o por lo menos de aquellas dos decenas de animales mejor preparados para padecer los experimentos, pero ha dado respuestas dilatorias con la esperánza de poder obtener fondos comunitarios para sufragar sus gastos hasta encontrar un comprador europeo.

El endurecimiento de la legislación sobre experimentos en laboratorio con animales vivos, las crecientes restricciones para su importación y los elevados costes de mantenimiento han contribuido a ratificar los ejemplares disponibles justo cuando el uso de los simios parece ser más indicado desde un punto de vista científico.

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