Arvidas Sabonis
El gigante que llegó del frío
Sabonis nació hace 21 años en Kaunas. Pese a su juventud, es desde 1983 la estrella de la selección soviética. Con sus 2,18 metros, es rápido, hábil y posee una buena técnica individual. De su mano y de la de su equipo, el Zalguiris, la afición lituana ha recuperado el baloncesto de alto nivel que era habitual en aquella tierra hasta que fue anexionada por la URSS, donde tras 34 años de victorias ucranianas y moscovitas parece haberse iniciado un largo reinado lituano. Sin embargo, la meta de Sabonis está al otro lado del Atlántico.
Sabonis empezó a jugar al baloncesto por obligación. Cuando Yuri Fedotov, que luego sería su primer entrenador, le convenció para que lo practicase, él no se sentía en absoluto atraído por el deporte de la canasta. Su estatura por aquel entonces -tendría 11 ó 12 años-, era bastante normal, hasta el punto de que empezó jugando de base. A los 13 comenzó a crecer espectacularmente, y con 15 años alcanzaba ya los dos metros.Sus portentosas cualidades fisicas le convirtieron pronto en figura. Alexander Gomelski no le llevó al mundial de Colombia, en 1982, ya que entoncen Arvidas contaba tan solo 17 años. El boicoteo soviético a los Juegos de Los Ángeles le impidió darse a conocer al mundo en 1984, pero en los campeonatos europeos de 1983 y 1985 ya había dejado constancia de su clase. Este año está incluido en el draft con Portland, el mismo equipo que tiene los derechos sobre Fernando Martín y Drazen Petrovic.
Pero sus ambiciones no son económicas. Pretende jugar con los mejores baloncestistas del mundo, y no le faltan cualidades para figurar entre ellos, aunque por ahora piensa solamente en el Europeo de Grecia del próximo año y en los juegos de Seúl 88. VIadas Garastas, su entrenador en Kaunas, se hallará ante un serio problema cuando se vea en la obligación de sustituir al gigante, pero en las divisiones inferiores del Zalguiris ya destaca otro Sabonis, Andrius, que tiene ahora 13 años, y del que se espera que sea incluso más alto que su hermano Arvidas.
Su sueño americano
Admira a Kareem Abdul-Jabbar, a Moses Malone y a Michael Jordan. Declara que su juego se parece al de Kresimir Cosic, actual entrenador yugoslavo, por el que siempre ha sentido una admiración especial. Se considera capaz de jugar de pivot o de alero, y en el partido contra Yugoslavia sorprendió a todos con cuatro canastas de cuatro intentos desde más allá de la línea de 6,25. Drazen Petrovic es su bestia negra. La Cibona le impidió el pasado año incluir el título de campeón de Europa de clubes en su palmarés, y Sabonis fue descalificado en aquel partido. Poco después decía de él y de los yugoslavos que "practican un baloncesto que no es de hombres". En el mundial ha llegado su venganza.En Kaunas alterna el baloncesto, sus estudios de ingeniero agrónomo y su afición por la música. Le fascinan las carreras de coches. Una de sus grandes ilusiones es disputar rallies, algo que tiene actualmente prohibido, pero asegura que algún día tomará parte en el París-Dakar. Mientras llega el momento de cambiar de aires, Sabonis continúa viviendo en su ciudad natal, y, aunque se incomoda siempre que le preguntan por los profesionales americanos, en la enorme cama que le regaló un tío suyo, carpintero, para celebrar la primera victoria de Zalguiris en la liga, el gigante soviético sueña con su incorporación ál mundo de la NBA.
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