Un libro y una rosa
La festividad de Sant Jordi se convierte en Cataluña en una celebración cultural de carácter popular. Las editoriales catalanas acumulan parte de sus novedades del año por estas fechas -en Cataluña se editan unos 3.500 títulos en catalán al año- y es casi obligado regresar a casa con un libro y una rosa. Hoy, en las calles de las ciudades catalanas, libretos y editores instalarán tenderetes para ofrecer fugazmente su mercancía cultural. Los autores deberán cumplir el ineludible rito de acudir a estas casetas para estampar su firma e intervenir en infinidad de debates radiofónicos sobre el pano...
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La festividad de Sant Jordi se convierte en Cataluña en una celebración cultural de carácter popular. Las editoriales catalanas acumulan parte de sus novedades del año por estas fechas -en Cataluña se editan unos 3.500 títulos en catalán al año- y es casi obligado regresar a casa con un libro y una rosa. Hoy, en las calles de las ciudades catalanas, libretos y editores instalarán tenderetes para ofrecer fugazmente su mercancía cultural. Los autores deberán cumplir el ineludible rito de acudir a estas casetas para estampar su firma e intervenir en infinidad de debates radiofónicos sobre el panorama literario. La fiesta empieza, en cierto modo, con la concesión del Premio Llull de narrativa catalana que se otorga en la noche del 22.