Tribuna:

Compromiso y diálogo en Roma

Llevar el hambre en el mundo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, considerar a este flagelo un delito de terrorismo de Estado y tipificar el derecho al desarrollo como un fundamental derecho humano son algunas de las notas más salientes del segundo encuentro de la internacional contra el hambre, ese Food and Disarmament impulsado por los radicales italianos, celebrado en Roma los días 14 y 15 de febrero y que llevaba por título todo un programa: "Para millones de vivos inmediatamente, contra el exterminio y el holocausto por miseria y hambre, para la afirmación del derecho a ...

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Llevar el hambre en el mundo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, considerar a este flagelo un delito de terrorismo de Estado y tipificar el derecho al desarrollo como un fundamental derecho humano son algunas de las notas más salientes del segundo encuentro de la internacional contra el hambre, ese Food and Disarmament impulsado por los radicales italianos, celebrado en Roma los días 14 y 15 de febrero y que llevaba por título todo un programa: "Para millones de vivos inmediatamente, contra el exterminio y el holocausto por miseria y hambre, para la afirmación del derecho a la vida y del derecho a la libertad". Entre los asistentes, Adolfo Pérez Esquivel, el argentino premio Nobel de la Paz; el profesor Wilkins, Nobel de Medicina, y la plana mayor de la política italiana, con Pertini, Andreotti, Zamberletti y Natali a la cabeza, además de expertos internacionales como los directores generales del Fondo para el Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA) y del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), militantes de varios países y una muy nutrida representación diplomática africana, compuesta por ministros y embajadores de numerosos países.La salsa informativa del encuentro fue la entrevista-audiencia concedida- por el papa Wojtyla al Consejo de Administración de Food Internacional, entre los que se encontraba el carismático Marco Pañella,- que en su pasado no muy lejano hacía temblar las aguas del Tíber con sus soflamas antivaticanas. Ahora se saludaron afectuosamente el ardiente Papa polaco y el tribuno radical. También estuvo presente en la audiencia Emma Bonnino, la luchadora por el aborto. Roma será siempre la ciudad del compromiso y de la acción pastoral, infatigable al desaliento.

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Este nuevo compromiso de acción entre radicales y cristianos quedó reflejado también en la presencia del prelado germánico Alois Wagner, que preside Cor Unum. Es un diálogo interesante el que se abrió en Italia. Tema central, el hambre en el mundo, como gran operación de Estado, con reconversión de las energías militares hacia la protección civil al desarrollo, con un planteamiento rígido y sin paternalismo. Se trata, según la arenga-discurso de Marco Panella, de salvar vidas humanas y hacerlo rápidamente. Es verdad que ha llovido en África y que las perspectivas para un futuro próximo son mejores, pero todavía 17 millones de seres en Angola, Mozambique, Etiopía y Sudán están sin esperanza. Son datos del PNUD. El nuevo enfoque descarta el pedazo de pan para aplazar la muerte; comprende una intervención completa para plantar las semillas del desarrollo. Semillas que, como recordó en vibrante imagen Pérez Esquivel, no se pueden sembrar con los puños cerrados, hay que abrir las manos. para hacer brotar vida. Naturalmente que al hablar de intervención hay que contar con los interesados, los Gobiernos del subdesarrollo. Por ello 12 jefes de Estado africanos suscribieron un llamamiento de jefes de Estado pro vida y libertad. Geográficamente la operación supervivencia no se limita a África, marca únicamente las zonas del planeta más azotadas por el hambre y la miseria, por fatalidades climáticas o errores humanos, e incluye asimismo la posibilidad, importante para un país como España, de ejecutarse, por ejemplo, en Bolivia, en el noreste brasileño, o, volviendo a África, en Guinea Ecuatorial. Aspectos críticos los presentaron Susan George y el profesor Wilkins.

Para la autora de Cómo muere la otra mitad del mundo, es imprescindible atajar la visión pesimista y pasiva que de África están brindando los medios de comunicación, pues existen africanos que trabajan y prosperan, y por otra parte hay que contar con los campesinos, pues son ellos los que mueren de hambre -no perecen los burócratas, los militares o los banqueros del Tercer Mundo-, para trazar conjuntamente una estrategia de la esperanza. El Nobel Wilkins pone en guardia a los Gobiernos que, como el italiano, hacen un esfuerzo rápido para la cooperación al desarrollo, para que sean cautos y audaces en la adopción de proyectos e iniciativas prodesarrollo. En Italia, gracias a las campañas radicales, se ha aprobado una ley contra el hambre que ha originado la creación del Fondo de Ayuda Internacional, expresivamente denominado FAI, es decir, HAZ.

En Madrid se va a abrir, del '24 al 27 de febrero, la conferencia El hambre en el mundo, promovida por alcaldes de todo el planeta. Tierno era su presidente, nuestro querido alcalde, que había apoyado la operación supervivencia y marchado simbólicamente con quienes en Roma se unieron en la Marcha contra el Hambre. Existe un proyecto de ley, propuesta de acción, paralelo a la ley italiana, que lanza en España la operación supervivencia. Los alcaldes españoles, es de esperar que imiten a Tierno, empezando por su sucesor, Barranco, haciendo suya la petición de los jefes de Estado africanos que reclaman dramáticamente la adopción del 0,7%. de ayuda al desarrollo en el próximo bienio por parte de los países desarrollados y apoyando la propuesta en el encuentro de Roma del alcalde de Milán, Tognoli, de elaborar sus propios 0,7% a expensas de las arcas municipales y con expresas renuncias ciudadanas, así como avanzar en la nueva forma de hermanamientos al desarrollo, que ponen su acento en la fraternidad y la solidaridad de la cooperación al desarrollo.

En Madrid tiene que resonar el eco romano de urgencia ante la indiferencia, de que no hay paz sin seguridad y seguridad quiere decir alimentación y calidad de vida, para los que hoy mueren o se arrastran en la humillación de la malnutrición, de ahí que no debe abandonarse la idea radical de invocar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

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