Jose María Ruiz-Mateos mantiene conversaciones con el Partido Liberal alemán para retrasar su extradición a España

José María Ruiz-Mateos, sobre el que pesa sentencia judicial de extradición a España, está manteniendo contactos con destacados miembros el Partido Liberal de la República Federal de Alemania (RFA) para tratar de retrasar o impedir su extradición a España. El empresario jerezano se mueve estos días intentando evitar ser enviado a España antes de que se pronuncie el Tribunal Contencioso Administrativo de Wiesbaden, donde tiene planteado recurso de petición de asilo político.El pasado jueves, 29 de agosto, el empresario jerezano almorzó con Hans Joachim Otto, diputado por el Partido Liberal en el Parlamento regional (Landtag) de Hesse, donde los liberales, que en Bonn forman parte de la coalición gobernante, están en la oposición. Al almuerzo, celebrado a solicitud de Ruiz-Mateos, éste acudió acompañado de una intérprete.

Los liberales alemanes, aferrándose a uno de los pocos nexos que a estas alturas le unen con la vieja doctrina, están empeñados en que se agote el cauce jurídico antes de que el Gobierno de Bonn conceda ninguna extradición. Liberales, verdes, y partidos de izquierda, desde distintas perspectivas, presionan para que se cumplan escrupulosamente todos los aspectos legales involucrados en todo proceso de extradición. Ello favorece el que el proceso de petición de asilo político, que es la única vía legal que aún mantiene abierta Ruiz-Mateos en la RFA, se agote antes de que el Ministerio de Justicia alemán decida su envío a España.

Las fuerzas sociales citadas viven bajo el síndrome de los sucesos acontecidos con algunos extraditados a países no democráticos. Hace pocas fechas un ciudadano turco se arrojó al vacío por una ventana de una comisaría alemana poco antes de ser enviado a Ankara. Sucesos parecidos han ocurrido con refugiados afganos.

En estas condiciones, Ruiz-Mateos ha decidido jugar sus cartas ante el Partido Liberal. El propio ministro de Justicia, que tendrá que firmar la extradición, es miembro de ese partido, lo mismo que el secretario de Estado y el embajador de la RFA en España.

A pesar de que la corriente de opinión favorece, pues, la estrategia de la defensa alemana de Ruiz-Mateos, en el sentido de conseguir que el tribunal de Wiesbaden se pronuncie sobre el recurso de asilo político presentado por el empresario jerezano antes de ser extraditado a España, este caso tiene muy poco que ver con el de esos ciudadanos turcos.

Táctica para ganar tiempo

Según todas las fuentes consultadas, la petición de asilo político tiene muy pocas posibilidades de salir adelante. Para la defensa de Ruiz-Mateos, se trataría simplemente de ganar tiempo.Que el Tribunal Constitucional alemán, al declarar correcta y ajustada a los principios constitucionales alemanes la sentencia de la Audiencia Territorial de Francfort que concedió la extradición, evitara entrar en todo tipo de valoración política es un dato que hace concebir pocas esperanzas a Ruiz-Mateos ante el Tribunal Contencioso Administrativo de Wiesbaden. En uno de los párrafos de la sentencia - 10 folios- de ese alto tribunal, se dice que "no es aceptable la alegación del recurrente en el sentido de que, debido a su pertenencia a un grupo social privilegiado o a sus ideas políticas, puede ser perseguido políticamente una vez entregado a su país".

Con esta sentencia fracasaron las alegaciones de Ruiz-Mateos de su hipotética persecución en España, lo mismo que el interés de sus abogados alemanes de presentar a la Audiencia Nacional como un tribunal especial. Fuentes dignas de crédito aseguran que el propio presidente del Tribunal Constitucional alemán habría estado secretamente en Madrid antes del fallo para chequear personalmente el estatus de la Audiencia Nacional.

Si el asilo político está verde para Ruiz-Mateos, teniendo en cuenta que Bonn sabe perfectamente distinguir entre España y Turquía, la estrategia del abogado Norbert Wagener, que ahora lleva la batuta de la defensa alemana del empresario, se orienta a presentar la cuestión como una petición de asilo económico, superando la argumentación de asilo político.