Los mineros británicos escindidos pedirán su reconocimiento oficial a la Trade Union

El nuevo sindicato de mineros de Nottinghamshire, que debe quedar formado esta semana, va a pedir inmediatamente el reconocimiento oficial por parte de las Trade Union Congress (TUC), la poderosa confederación sindical británica. La escisión planteada este fin de semana en el sindicato de mineros británico que dirige Arthur Scargill representa un fuerte golpe para el movimiento sindical del Reino Unido y una nueva victoria para el Gobierno de Margaret Thatcher, en opinión de los observadores.La ruptura definitiva entre el sindicato nacional de mineros (NUM) y el de Nottighainshire, segunda región carbonífera del país, fue confirmada el pasado sábado durante el congreso anual del NUM, que se ha celebrado en Sheffield, en el norte de Inglaterra. Los mineros de esta zona -aproximadamente uns 28.500-, no secundaron las órdenes de la dirección del sindicato nacional durante la huelga del sector que se desarrolló de marzo de 1984 a marzo de 1985.

"Se trata de la ruptura más peligrosa en el seno del movimiento sindical británico desde 1926" -fecha de la última huelga nacional en el Reino Unido, que terminó con una división del frente sindical-, estimaba ayer el semanario londinense The Observer. Para el dominical The Sunday Times, esta escisión "plantea un importante problema a las Trade Union Congress y al partido laborista".

Durante todo el congreso celebrado en Sheffield, los delegados de Nottinghmshire salían siempre de la sala de reuniones con escolta policial. Sus dos principales responsables fueron expulsados del NUM a consecuencia de su actitud durante la huelga. Además, estos habían criticado públicamente la decisión adoptada por aplastante mayoría en el congreso, por la que se permite a Arthur Seargill mantenerse en su puesto tanto tiempo como desee. Las modificaciones introducidas en los estatutos del NUM prevén que el presidente no tendrá que presentarse anualmente ante el congreso para ser confirmado en sus funciones.

Más enfrentamientos

En opinión de los especialistas, esta solicitud va a relanzar los enfrentamientos en el seno de la dirección sindical entre los quienes están a favor y en contra de Arthur Scargill. Este clima de enfrentamiento había dominado anteriormente los debates del último congreso de los sindicatos británicos, que se celebró en agosto pasado.Las mismas divisiones han vuelto a reaparecer esta pasada semana en el seno de la dirección del partido laborista: el antiguo presidente del partido, Eric Heffer, de la izquierda sindical, echó en cara el pasado el sábado al lider laborista, Neil Kinnock, por no solidarizarse con Scargill,

Desde el anuncio de la ruptura, los carboneros británicos hicieron saber, por su parte, que estaban dispuestos a acoger "con mucha simpatía" toda petición de reconocimiento oficial que provenga del nuevo sindicato.