Crisis en la televisión francesa por la dimisión de su presentadora estrella

Antenne 2, la segunda cadena de la televisión francesa y la de mayor índice de audiencia, se ha quedado sin la reina, la divina, la periodista y presentadora Christine Ockrent, que es la estrella más importante de la pequeña pantalla en este país desde hace varios años. Peor aún, la dimisión se ha producido por motivos profesionales: con lágrimas en los ojos, la presentadora explicó que el nuevo director general de la cadena, Jean Claude Heberle, no le ofrecía suficientes garantías de independencia en su trabajo.

La crisis amenaza con perjudicar a todos los trabajadores de Antenne 2. ¿Qué harán los telespectadores?, ¿Se pasarán al telediario de la primera cadena, mucho menos popular?

Lo curioso es que 24 horas antes se había producido la dimisión de Albert Du Roy, director de los informativos y auténtico responsable de los telediarios, aunque no apareciera en pantalla, sin que se hubiera producido ningún escándalo. Su ausencia, teóricamente mucho más importante que la de la presentadora, no era sentida por los telespectadores tan brutalmente como la de Christine Ockrent, la mujer dura fría que había conseguido competir con las estrellas de cine en los sueños del francés o de la francesa media.

El propio director general, nombrado hace cinco meses, reconoció que la marcha de Ockrent perjudica a Antenne 2, hasta el extremo de que quiso demandarla por ruptura injustificada de contrato. Una llamada de atención de un consejero del Elíseo le hizo desistir. Cualquier ataque contra la estrella de la televisión se volvería contra él.

En cualquier caso la crisis de Antenne 2 se produce en un mal momento. La segunda cadena que había logrado colocarse en el primer puesto de la audiencia sufre ahora una competencia mucho más fuerte de TF-1.