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Garaikoetxea denuncia la guerra sucia promovida por Arzallus contra su persona

"Lamento profundamente que las guerras adquieran este grado de suciedad. No seré yo el que emplee ese tipo de armas en esta polémica, aunque estoy sorprendido e indignado por estas declaraciones de Xabier Arzallus" manifestó ayer por la tarde el ex lendakari Carlos Garaikoetxea, de regreso de un viaje privado a Estados Unidos, al referirse a las acusaciones contenidas en el discurso pronunciado a finales de diciembre por Xabier Arzallus en la sede del PNV de Beasáin. Garaikoetxea, que aseguró haber estado en la tarde-noche del 23 de febrero de 1981 en contacto con la Zarzuela y la Capitanía General de la VI Región Militar, negó rotundamente haber abandonado su puesto en aquella fecha y dio detalles sobre sus movimientos, destinados a garantizar su "libertad de comunicación".

El antiguo inquilino de Ajuria Enea manifestó desconocer el comunicado que, según Arzallus, había tenido que redactar este último la noche del 23-F para "tranquilizar a nuestra gente y justificar una ausencia", y aseguró que él jamás autorizaría a nadie a "utilizar su firma", y que, de comprobar que alguien lo había hecho, "tomaría mis medidas".Garaikoetxea, que fue recibido por varios antiguos colaboradores, entre los que figuraba el vicepresidente Mario Fernández, cita do por Arzallus como uno de lo consejeros del anterior Gobierno vasco que se había quejado ante él de los métodos despóticos del lendakari, consideró propios de la "guerra sucia" los procedimientos utilizados contra él y se extrañó d que todas esas acusaciones "jamás fueran evocadas, en todos estos años, estando yo presente".Lo más sorprendente del asunto es que "quienes al parecer pensaban todas esas cosas de mí no tuvieran, sin embargo, inconveniente en proponerme por unanimidad como candidato a la reelección para la presidencia de Euskadi".

El próximo domingo se celebrará en el polideportivo de Anoeta, en San Sebastián, un nuevo homenaje al ex lendakari, para el que ya han sido cubiertas las 4.000 plazas disponibles.

Afiliados próximos a las posiciones de Garaikoetxea interpretan los últimos acontecimientos acaecidos en el seno del PNV, y en particular las acusaciones vertidas por Arzallus en varias intervenciones públicas en locales nacionalistas, como episodios de una provocación destinada a suscitar reacciones que faciliten su expulsión del partido.

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