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Aviación Civil aumenta notablemente sus inversiones para mejorar la seguridad aérea

La Dirección General de Aviación Civil está invirtiendo este año 2.000 millones de pesetas más que el anterior para mejorar las condiciones de la seguridad aérea en España, cuya suficiencia fue puesta en cuestión después de los dos graves accidentes ocurridos en Mejorada del Campo (Madrid) y en el aeropuerto de Barajas a finales de 1983, en los que murieron 276 personas y 53 resultaron heridas. Durante 1984 han sido invertidos en materia de seguridad cerca de 7.000 millones de pesetas, 2.000 millones más que el anterior, según el Servicio de Instalaciones de Aviación Civil.

Este aumento de las inversiones contrasta con las declaraciones del ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Enrique Barón, y del director general de Aviación Civil, Pedro Tena, después de las dos catástrofes aéreas, en las que negaron rotundamente la peligrosidad y falta de seguridad en los aeropuertos españoles. Asimismo, los responsables de este departamento tienen previstas nuevas inversiones, exclusivamente dirigidas a mejorar la seguridad aérea desde este año hasta 1987, que ascienden a 44.958 millones de pesetas.Solamente en el aeropuerto de Barajas han sido invertidos a lo largo de este año 1.499 millones de pesetas en este sentido, según datos oficiales a los que ha tenido acceso este periódico.

Este dinero se ha invertido en la implantación del sistema CIDIN (red de trasmisión bajo paquetes digitales) en la base de Torrejón, que se convertirá en el futuro en el centro de control aéreo, sustituyendo a la central de Paracuellos (90 millones); modificación de consolas del sistema de proceso de datos de Paracuellos (30 millones); sistema de comunicaciones orales control-ruta (100 millones).

En un nuevo sistema de comunicaciones y sistema proceso-radar y planes de vuelo incluidos en el plan SACTA -sistema automático para el control de tráfico aéreo- se han invertido 900 millones; 52 millones en el enlace microondas Paracuellos-Barajas-Torrejón; 34 millones en un sistema de control de tráfico en la torre del aeropuerto; 45 millones en la puesta en marcha del radar de aproximación en Barajas; 93 millones en un avión para calibración de ayudas y sistema de inspección de ayudas; cinco millones en un cuadro de control de grupos electrógenos y 150 millones en gastos varios de mantenimiento y pequeñas reparaciones.

Esta partida de 150 millones de pesetas, denominada como de gastos varios de mantenimiento y pequeñas reparaciones, ha sido utilizada en la mejora de las señalizaciones del aeropuerto de Barajas, cuyo deficiente estado fue duramente criticado después de que ocurriera la colisión del DC-9 de Aviaco con el Boeing 727 de Iberia, en la que resultaron muertas 93 personas.

El radar de superficie

Asimismo, en septiembre de este año se adjudicó a varias empresas la puesta en funcionamiento de ocho radar de aproximación, que fueron adjudicados en 5.710 millones de pesetas. Aviación Civil había sacado a concurso estos radar en 7.300 millones, pero por falta de acuerdo entre las empresas se adjudicó a varias de ellas por 1.600 millones menos de lo presupuestado por este departamento, cantidad que Aviación Civil invertirá en nuevos proyectos, posiblemente relacionados con la seguridad aérea. Esta inversión se pagará con los presupuestos de los próximos cuatro años.Asimismo, se está estudiando actualmente la compra de un sistema de sensores de rodadura para el aeropuerto de Barajas que permite una clara detección y ordenación del tráfico de aviones en el aeropuerto, sistema de seguridad mucho más barato que el radar de superficie, insistentemente reclamado tras la catástrofe aérea de diciembre pero desestimado por los responsables de Aviación Civil, pese a que su compra figura en el Plan Conjunto de Inversiones 1984-1987 para Barajas, realizado en 1983.

El sistema de sensores de rodadura, absolutamente elemental, permite a las tripulaciones, mediante un sistema de luces, ser advertidas de los cruces con una pista activa, y cubriría una de las más graves deficiencias de Barajas.

Asimismo, en julio de 1984, el organismo autónomo Aeropuertos Nacionales, siete meses después de los accidentes y tras reiterarse por los responsables oficiales que Barajas cumplía todas las normas de seguridad, convocó a concurso la adquisición para este aeropuerto de "lámparas y accesorios para balizas por valor de 111 millones de pesetas". Esta inversión procuró subsanar las deficiencias de señalización. Un acta notarial levantada por encargo de Aviaco horas después del accidente con el 727 de Iberia determinaba que el 50% de las señales luminosas del aeropuerto no funcionaba correctamente.

Por su parte, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) considera como graves deficiencias en materia de seguridad del aeropuerto de Barajas el cruce de las dos pistas principales del aeropuerto -en este caso, la de despegue y la de aterrizaje-, "hecho que no se da en ningún aeropuerto moderno", y la carencia del sistema de sensores de rodadura.

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