La selección española y la de extranjeros cumplieron

PEDRO BARTHE Gran fiesta del baloncesto en Alcalá de Henares. Los mejores jugadores de esta temporada, que se ha vivido tan intensamente, se alinearon en dos equipos para homenajear a dos amigos de este espectacular deporte ya desaparecidos: el periodista Miguel Angel Calleja y el entrenador José Antonio Gasca. En el intermedio, las viudas e hijos de los homenajeados recibieron las muestras de cariño y afecto por parte de todos los estamentos relacionados con el baloncesto en forma de numerosas placas de recuerdo. Los mejores españoles que componen la selección de Antonio Díaz Miguel, derrotaron a los extranjeros por 86-77. En los prolegómenos hubo entrega del trofeo al mejor anotador del año a Marcellus Starks, del Barcelona.

Los dos conjuntos empezaron el partido en defensa invididual, con algunos emparejamientos espectaculares, como el de los pivots, Phillips-Romay y Starks-Martín, alternando el marcaje cuando le tocaba defender a España. La selección tuvo un principio frío y apenas anotó en los primeros siete minutos 4 canastas de 11 intentos, permitiendo una escapada en el marcador de los norteamericanos, que, curiosamente, dirigían Lolo Sáinz y Antoni Serra.

Los dos cuadros iniciaron una serie de cambios que permitió que jugaran prácticamente todos los componentes del banquillo. La selección española ganaba en velocidad, pero también cometía numerosas infracciones. Antonio Díaz Miguel pretende que sus pupilos salgan rápidos al contraataque y jueguen el balón al primer toque, pero eso induce a cometer errores. España se puso por primera vez con ventaja en el marcador, 29-28, a siete minutos del final de la primera parte. Epi no estuvo inspirado y al descanso se llegó con ventaja de los extranjeros por 38-39.

El partido, en sus últimos diez minutos, ganó en emoción y en espectacularidad. Los jugadores norteamericanos, especialmente, deleitaron al numeroso público que abarrotó el pabellón municipal de Alcalá. Por su parte, los de Díaz Miguel lo utilizaron como una variante de los entrenamientos que están siguiendo para el torneo preolímpico y ensayaron toda clase de cambios y de jugadas. La escapada definitiva de España se produjo, a cuatro minutos del final, en un momento en que los norteamericanos jugaban sin su gente más acertada: Starks, Jackson y Hollis. Para cuando volvieron a la cancha, un minuto después, España ya había tomado la definitiva ventaja de 10 puntos.