El desarme europeo, en juego

La equidistancia entre los dos bloques, eje del discurso con el que Palme inaugurará hoy la CDE

El primer ministro sueco, Olof Palme, va a marcar mañana, en su discurso de apertura, la pauta de lo que será la actuación en la Conferencia sobre Desarme en Europa (CDE) del país anfitrión y del grupo al que pertenece, el de los neutrales y no alineados. Según fuentes de toda solvencia, Palme va a exponer una posición rigurosamente equidistante entre los dos bloques.

El jefe de la delegación sueca en la conferencia, Curt Lidgard, se ha manifestado a favor de la consecución de acuerdos que permitan aumentar la confianza y, por consecuencia, reducir el gasto que su país invierte en conce...

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El primer ministro sueco, Olof Palme, va a marcar mañana, en su discurso de apertura, la pauta de lo que será la actuación en la Conferencia sobre Desarme en Europa (CDE) del país anfitrión y del grupo al que pertenece, el de los neutrales y no alineados. Según fuentes de toda solvencia, Palme va a exponer una posición rigurosamente equidistante entre los dos bloques.

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El jefe de la delegación sueca en la conferencia, Curt Lidgard, se ha manifestado a favor de la consecución de acuerdos que permitan aumentar la confianza y, por consecuencia, reducir el gasto que su país invierte en concepto de defensa. "Claramente, será más fácil mantener nuestra seguridad exterior si sabemos más acerca de las actividades militares del mundo que nos rodea".Suecia gasta al año 26.000 millones de coronas (unos 520.000 millones de pesetas) en su defensa; una cantidad sólo ligeramente inferior al presupuesto militar español, aun cuando la población de Suecia es casi cinco veces inferior a la española, y el número de miembros de sus fuerzas armadas, también. Una de las preocupaciones del Gobierno socialista sueco en estos momentos es reducir este desproporcionado gasto y, en ese camino, se ha iniciado ya la reconversión de alguna empresa dedicada a material militar. Una de las vías elegidas por las autoridades suecas para intentar esa reducción es el mantenimiento de una política neutralista que permita a Suecia entenderse con el cercano vecino soviético, lo que muchos han considerado el inicio de un claro proceso de finlandización del país.

Los socialistas suecos aprovecharán, probablemente, la CDE para buscar acuerdos que permitan la reducción del gasto defensivo, ya que, "si las superpotencias que están a nuestro alrededor aumentan las sumas destinadas a la defensa, nuestra propia defensa estará, naturalmente, disminuyendo en términos relativos", según explica Lidgard.

Esta misma doctrina puede, en términos generales, atribuirse al conjunto de los países neutrales y no alineados, aunque este grupo no siempre haya mantenido una posición monolítica a lo largo del proceso de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).

El grupo está integrado por Yugoslavia, Austria, Malta, Suecia, Chipre, Suiza, Liechtenstein, San Marino y Finlandia. Su actuación en la conferencia de Madrid fue determinante, redactando el documento que sirvió de base a la declaración final y ejerciendo la labor de intermediario entre los dos bloques.

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Austria, Yugoslavia y Suiza tuvieron un protagonismo especial, mientras que Malta se separó de la posición del grupo en la recta final de la reunión de Madrid para defender, en solitario, la convocatoria de una conferencia sobre la seguridad en el Mediterráneo, propuesta que finalmente fue rechazada.

En la conferencia que empieza mañana se confía también en que los neutrales y no alineados puedan actuar de apagafuegos cuando Este y Oeste se den la espalda.

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