El acuerdo sobre la política agraria común de la CEE desbloquea la negociación con España, según Morán

ENVIADO ESPECIALLa negociación para el ingreso de España en la CEE pasó en la madrugada de ayer de ser imposible a ser difícil. Es un notable salto cualitativo de la nada al ser. A las cinco de la mañana, después de 12 horas de negociación -precedida de dos años de infructuosos debates- los ministíos de Agricultura de la CEE llegaron a un acuerdo sobre la , reforma de los reglamentos de protección a la agricultura mediterránea, condición previa planteada por Francia para abrir la negociación del capítulo agrícola con España, "el meollo de toda la negociación de adhesión" según el ministro espa...

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ENVIADO ESPECIALLa negociación para el ingreso de España en la CEE pasó en la madrugada de ayer de ser imposible a ser difícil. Es un notable salto cualitativo de la nada al ser. A las cinco de la mañana, después de 12 horas de negociación -precedida de dos años de infructuosos debates- los ministíos de Agricultura de la CEE llegaron a un acuerdo sobre la , reforma de los reglamentos de protección a la agricultura mediterránea, condición previa planteada por Francia para abrir la negociación del capítulo agrícola con España, "el meollo de toda la negociación de adhesión" según el ministro español, Fernando Morán, quien habló de "desbloqueo".

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Ello no quiere decir, sin embargo, que se hayan resuelto todos los problemas. La CEE debe aún definir su mandato de negociación con España en este campo, proceso que será duro. La cuesta es empinada, pero al menos se abrió ayer un camino, pues, con toda clase de reservas el ministro francés de Agricultura, Michel Rocard, declaró que "sin duda alguna la negociación agrícola con España está abierta". Morán se felicitó, con suma cautela, del acuerdo interno de la CEE, pero destacó. que puede dañar en su temprana aplicación- a los intereses españoles.Para Rocard, "el nivel de defensa frente a España es tal que se puede empezar a negociar la agricultura con España, pero la ampliación no se hará sacrificando los intereses de los agricultores franceses". Rocard añadió que "la discusión en la CEE del mandato de negociación con España "será muy dura. El dossier es terrible y no se acabará hasta que la CEE se dé cuenta de que la ampliación cuesta mucho dinero".

La presidencia griega de la CEE quiere empezar- a examinar ya el dossier en Bruselas. Francia quiere presentar a Portugal su documento sobre agricultura en noviembre. "Francia nunca ha bloqueado nada", comentó algo sardónicamente Rocard. En cualquier caso, la declaración de la presidencia a los españoles mencionaba la presentación del documento a España "antes de fin de año si es posible", fecha poco realista ya que Rocard, con Francia asumiendo el 1 de enero de 1984 la presidencia de la CEE, afirmó que "ésta será tarea mía". Para empezar, Rocárd ha pedido a la Comisión Europa, órgano burocrático y ejecutivo de la CEE, que reelabore sus propuestas de junio, pues "no están a punto".

El problema del aceite

El acuerdo en base a una última propuesta de compromiso de la Comisión viene, para empezar, a reequilibrar la situación de la agricultura entre el norte, más protegido, y el sur de. Europa. En lo que afecta al aceite de oliva, la protección no ha quedado muy clara y, en todo caso, podrá ser reelaborada en el contexto de la reforma global de la política agrícola de la CEE que se debatirá en la cumbre de Atenas en diciembre. Por ello, Morán habló de la "generosidad" de Italia y Grecia al permitir que haya un acuerdo.

En cualquier caso, el acuerdo recoge la vieja tesis de un "largo período de transición para la integración del sector del aceite español, con la congelación durante un tiempo del régimen de comercialización de los aceites competitivos en España. Ello no desfavorece necesariamente a España que produce tanto aceite de soja (a través de importaciones de EE UU) como de oliva. Lo que puede ser más grave es que la CEE pida que, ya antes de la adhesión, España comience a reestructurar -su olivar, del mismo modo que los países ya miembros y "lo antes posible".

En cuanto a las frutas y hortalizas, éstas consiguen en la CEE un mayor grado de protección en la nueva reglamentación -aún por ultimar técnicamente"-, definiendo un procedimiento de intervención de la CEE en el mercado en caso de crisis grave, dado el-peligro que supone la competencia española y aumentando la lista de productos protegidos. Todo ello con un coste bajo para el.presupuesto de la CEE, pero más alto para el consumidor europeo. Los precios de los agrios subirán en un 15%. Todo ello es bueno para España, cuando su sector hortofrutícola quede integrado en la Comunidad. Pero, de aquí a entonces, vuede transcurrir mucho tiempo.

Subida de aranceles

La preocupación real española, claramente reflejada por Morán, estriba en que, con esta reforma, la CEE se protege asimismo de las importaciones provenientes de países terceros, incluida España, con una subida apreciable de los aranceles para cierto tipo de frutas, según la situación del mercado. Y es que el documento preparado por la Comisión prevé no integrar al sector hortofrutícola español hasta cuatro o seis años después de la adhesión. El acuerdo no ha hecho caso de las protestas españolas en este terreno y la CEE gana con ello una nueva baza, pues la negociación de ingreso en la CEE es la negociación de las distintas modalidades del período transitorio.

Las exportaciones españolas sufrirían incluso desde antes de la adhesión. En efecto, el acuerdo prevé que la entrada en vigor de los nuevos reglamentos será cuando la CEE presente el documento sobre la integración de las frutas y hortalizal españolas. Francia ha sido la gran vencedora de este maratón, y ha conseguido, blandiendo el espectro,de la ampliación, ventajas antes de que ésta se produzca. De ahí el cauto entusiasmo de Morán.

El caso es que el diálogo hispano-comunitario no se ha interrumpido, y se espera que España pueda pronto abordar una negociación global, regateando ventajas agrícolas contra industriales, desde una posición de suma debilidad.

En este sentido, Francia aún tiene la llave de la negociación, y los demás países empezarán e plantear problemas. "Es de esperar que Francia no plantee nuevos obstáculos", señaló Morán.

Quedan, sin embargo, el paralelismo entre las negociaciones de adhesión y las de reforma interna de la CEE, pues si en Atenas la Comunidad no pone su casa en orden, especialmente -sus cuentas y sus dineros, dificil será la integración de,Espafia. En Atenas se debe negociar toda la reforma. Francia quería evitar que en ella cayera la del acervo mediterráneo.

"El entusiasmo del Gobierno español ante las negociaciones es asombroso, dadas las dificultades planteadas por los comunitarios", comentó Fernando Morán, quien dio una velada amenaza a la CEE al señalar que "ustedes deben valorar en toda su intensidad el que España se vea obligada, dada la intransigencia comunitaria, a no poder concretar" su ingreso en la CEE. Una amenaza de darle la espalda a Europa.

Fernando Morán estaba en Luxemburgo para presidir una sesión formal de negociación, en el curso de la cual la CEE y España llegaron a un primer acuerdo sobre el futuro estatuto de Ceuta y Melilla. Mantendrán un régimen específico, como puertos francos, pero como partes integrantes del territorio de la Comunidad. La política pesquera de la CEE se aplica a estos territorios. La cuestión agrícola y la fiscalidad del tabaco en Ceuta y Melilla se verán más adelante. Los dos territorios quedan exentos de la aplicación del IVA, y se reemplazarán los derechos de aforo por una segregación de parte del impuesto sobre el valor añadido (IVA) nacional.

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