El País Vasco conmemora los lazos históricos con Bolívar en el bicentenario del Libertador

Los lazos históricos entre Simón Bolivar y el País Vasco caracterizan los actos conmemorativos del bicentenario del Libertador, que hoy culminan en el lugar de sus antepasados en Vizcaya. El propio Libertador conoció las gentes y el lugar de su ascendencia vasca durante los años de su juventud, que le acercaron a la Europa liberal e ilustrada. Hoy se va a inaugurar un centro de estudios sobre Simón Bolívar.

El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea inaugurará hoy la reconversión de la casa solar de los antepasados de Bolívar en un centro de estudio y encuentro en torno a la ...

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Los lazos históricos entre Simón Bolivar y el País Vasco caracterizan los actos conmemorativos del bicentenario del Libertador, que hoy culminan en el lugar de sus antepasados en Vizcaya. El propio Libertador conoció las gentes y el lugar de su ascendencia vasca durante los años de su juventud, que le acercaron a la Europa liberal e ilustrada. Hoy se va a inaugurar un centro de estudios sobre Simón Bolívar.

El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea inaugurará hoy la reconversión de la casa solar de los antepasados de Bolívar en un centro de estudio y encuentro en torno a la figura del Libertador, "para que en ella se asiente un foco de cultura que mantenga vivo e investigue y extienda el mensaje bolivariano, que es sinómino de libertad", en palabras del lendakari.

Corría el siglo XVI cuando, empujado por las leyes del mayorazgo, un miembro de la familia Bolívar, llamado también Simón, decidió dejar un caserío de Vizcaya y proyectar su vida en el nuevo continente. Quedaba atrás el solar y la casa donde se asentaron sus antepasados -dos durante la baja Edad Media, la época de mayor auge de la zona-, donde la colegiata de Zenarruza marcaba el liderazgo político y religioso.

Cinco generaciones después, el 24 de julio de 1783, nacía en Caracas el hombre que ensambló con sus ideas y acción un proyecto de libertad para las tierras americanas. Este Simón Bolívar, y futuro Libertador, era ya un criollo impregnado del espíritu universalista del siglo de las luces, que llegó en su primera juventud a una Europa dominada por el pensamiento de la Ilustración. En su primer viaje a España, iniciado en La Guaira, Simón Bolívar, recala, a los 18 años, en Bilbao.

Contactos con los 'ilustrados'

Aunque todavía se halla insuficientemente investigado este período de la vida del Libertador, para algunos estudiosos de su figura fue en la villa vizcaína donde tomó Bolívar sus primeros contactos con los ilustrados de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País.

Esta estancia en el País Vasco y, en concreto, en el lugar originario de los antepasados, donde pudo oír la vieja lengua euskérika, se dejará sentir, según ciertas interpretaciones históricas, en la posterior tarea política y legislativa del Libertador. Para Juan Ramón Urquijo, presidente de la Sociedad Bolivariana del País Vasco, el hecho explica que, en pleno ejercicio de su poder civil y militar, dictase Bolívar una disposición recomendando el fomento y la enseñanza de las lenguas aborígenes andinas, según ha defendido Urquijo en el reciente Congreso Bolivariano, celebrado en Bogotá.

Entre los datos aportados por los historiadores, parece irrefutable, no obstante, que uno de los motivos que retuvieron a Bolívar durante un año en Bilbao fue, precisamente, la presencia en la villa de Teresa del Toro Alaiza, una madrileña emparentada con vizcaínos, con la que se casó, y a la que perdió sin que se cumpliera un año de matrimonio.

Pero esta afinidad histórica no hace sino reforzar la necesidad de llevar a cabo un análisis crítico de la experiencia bolivariana "y extraer de ella lecciones de gran utilidad para responder a los problemas que nos aquejan por igual a los pueblos de ambos continentes, según expuso el presidente del Gobierno vasco.

En la triple reflexión expuesta por el lendakari respecto a la figura del Libertador, durante la presentación del Ebro El Bolívar de los vascos, destacó en primer lugar "el principio según el cual la convivencia entre los pueblos se resiste al progreso bajo fórmulas de dominación, imposición, fuerza o coacción". Añadió que "las relaciones entre pueblos fundadas en el absolutismo, sea de un monarca o de unas Cortes, que se imponen por la fuerza, generan heridas tales que es imposible taparlas con nuevos vendajes de fuerza".

La vigencia del mensaje bolivariano volverá a planear hoy en la conmemoración que el bello enclave de La Puebla de Bolívar, perteneciente al Ayuntamiento de Markina, dedica a su ilustre descendiente, del que dijera el escritor Miguel de Unamuno que "sin Bolívar la humanidad habría quedado incompleta".

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