Nadie discute el éxito de la selección española

La selección española vivió el miércoles una noche de éxito rutilante, de felicitaciones efusivas que provenían de distintas partes de Europa. Nadie discutió la justicia de la clasificación española a la final del Eurobasket. La prensa italiana, sobre todo, se muestra interesada en difundir la calidad técnica del equipo español. Díaz Miguel, aparte de ser el más simpático, es también el técnico del momento. Este Eurobasket también ofrece aspectos nuevos, como es el de una final Italia-España inédita en la historia de estos campeonatos. Normalmente, la URSS o Yugoslavia se alternaban en la supremacía europea.

Al minuto de terminar el encuentro España-URSS, una verdadera avalancha de felicitaciones asaltó al técnico y jugadores españoles, que vivieron una jornada triunfal hasta altas horas de la madrugada. Díaz Miguel y Corbalán fueron el centro de la atención de toda la prensa internacional, que quería saber nuevas cosas sobre la selección revelación del campeonato. Ya la cena en el hotel donde habita la selección fue todo lo contrario de un acontecimiento tranquilo y reposado.Distintas emisoras de radio montaron guardia durante gran parte de la noche, técnicos y directivos españoles de distintos clubes también participaron en la fiesta. Incluso periodistas, técnicos o jugadores de otros equipos europeos también se vieron en la obligación de acudir a felicitar a la selección y gozar, no sin cierta envidia, del éxito.

Diferentes técnicos españoles, Codina (Areslux), Mario Pesquera (Valladolid), Aito García Reneses (Joventud), Comas (Cotonificio) y Serra (Barcelona) concluyeron en manifestar, unánimemente, que el encuentro ante la URSS había sido el más completo de los jugados por la selección española.

Los técnicos alabaron el cambio de defensa que realizó en varios momentos Díaz Miguel y, fundamentalmente, la gran calidad ofensiva puesta en práctica sobre la cancha. Para algún técnico, la selección española no había jugado tan bien en partidos anteriores, pero se razonaba que España tiene un equipo tan completo técnicamente que no necesita de un gran partido para desembarazarse de rivales importantes.

A pesar de que todos coinciden que es Corbalán el jugador que ha realizado una actuación más regular, Díaz Miguel no pudo evitar hablar, al término del encuentro frente a la URSS, del jugador Jiménez, un hombre que todavía se siguen disputando tres grandes del baloncesto español: Real Madrid, Barcelona y Joventud, un jugador cuyo valor sube enteros conforme transcurren encuentros de este campeonato. Díaz Miguel alabó su coraje y su garra y señaló que con jugadores con el espíritu de Jiménez se podía llegar a cualquier parte. Por cierto, todos los jugadores comentaron entre sí el ingente número de fallos que habían cosechado en los lanzamientos finales de tiros libres. Todos los jugadores, entre ellos Romay, Jiménez y Solozábal, protagonistas principales de estos errores finales, concluyeron en que, nervios aparte, fue la poca calidad de los balones que se utilizan en este campeonato la que les indujo al fallo.

Al parecer, y los espectadores habrán podido darse cuenta, en el presente campeonato se asiste con demasiada frecuencia a detenciones del juego para secar el balón. Los jugadores españoles se quejaron de que en este tipo de balones se acumula rápidamente el sudor de las manos y provoca algunas pérdidas y falta de exactitud en los tiros libres.

Fue el técnico italiano Sandro Gamba el primero en felicitar a Díaz Miguel. Ambos se cruzaron en el camino cuando iban a responder a distintas emisoras radiofónicas. Gamba tuvo que reconocer que era "justísima" la clasificación española para la final. Volvió a insistir en que el juego español es el más versátil de cuantos se dan cita en Nantes. Inmediatamente después de acabado el encuentro, Díaz Miguel y sus muchachos se convirtieron en foco de atracción para la numerosa prensa italiana destacada en dicha localidad francesa.

Díaz Miguel es un hombre que cuenta con gran predicamento entre los más prestigiosos cronistas italianos y éstos no dudaron en reconocer que, actualmente, España era favorita para el título. Es más, los italianos confesaron que preferían una clasificación de la URSS. El técnico italiano, siempre muy preocupado por la repercusión que tenga la actuación de su selección en la prensa italiana, destacó que una derrota en la final con la URSS no merecería las mismas críticas que una derrota ante España.

Dentro del ambiente favorable a la selección española, hasta las desventajas de ciertos caprichos de la FIBA se han tornado a su favor. España, ahora, dispone de más días de descanso que su rival, razón por la cual hay grandes esperanzas de una total recuperación de Fernando Martín.

Por otra parte, la jornada del miércoles dio lugar a dos conclusiones: que la supremacía del baloncesto europeo ya no es exclusiva de soviéticos y yugoslavos y que es la constatación del definitivo hundimiento del baloncesto yugoslavo.

La situación más decadente la protagoniza Yugoslavia, una selección que acabará con sus huesos en una posición mediana de la tabla clasificatoria. El miércoles, Israel pudo incluso practicar jugadas de exhibición ante sus rivales: 99-88 favorable a los israelies fue el resultado final, que empuja a Yugoslavia a luchar por el séptimo puesto de la clasificación. Puede incluso quedar octava si pierde en el encuentro que ha de disputar el próximo viernes.

Yugoslavia dio pena ante Israel, equipo que desmanteló completamente el juego balcánico en los siete primeros minutos del segundo tiempo, período en el que hizo un parcial de 20-2, lo que dejó el marcador, de un 48-46 que marcaba en el descanso, a un 48-68 que sentenciaba el encuentro definitivamente. Y a partir de ahí el partido fue un cómodo ensayo para los israelíes.

Por último, el Eurobasket-83 sigue corroborando las extraordinarias aptitudes del jugador griego Gallis, un extraordinario base que ante Checoslovaquia marcó 38 puntos y que alcanza una media de enceste que no tiene parangón en el presente campeonato.

Sin duda, será elegido el máximo anotador y habrá merecido su exportación a otro país europeo, sea Italia, España o Francia, donde sus grandes cualidades reciban la compensación de unos bien merecidos dólares. Ya hay técnicos españoles que suspiran por sus servicios. Es, sin lugar a dudas, el gran descubrimiento de este campeonato.