Estabilidad del PSOE y disputa por el centro entre Adolfo Suárez y Landelino Lavilla
EL PAÍS publicó el 14 de septiembre pasado los datos de la primera fase del panel político Informe-2, correspondiente a la toma de muestras de agosto pasado (t1). Realizada la segunda tom Í a de muestras (t2, de final de septiembre), existen ya elementos de com paración suficientes como para establecer las siguientes constantes:-Estabilidad y tendencias positivas del PSOE como partido y de su líder, Felipe González. Todo parece indicar que esta fuerza política y su dirigente son percibidos como armonizadores de amplios sectores y diversas aspiraciones del electorado en estos momentos. La mayoría de la sociedad le acepta como partido de gobierno, lo que no quiere décir que ese sea su porcentaje de intención de voto.
-Confirmación de las pautas negativas de UCD y de la falta de impacto de sus líderes. Estos fenómenos, ya pronosticados en el t1 del panel, se han visto plenamente" confirmados en el t2 del mismo y sobre todo marcan para el t3 una tendencia que implica mínimas posibilidades de restablecimiento del voto de UCD.
-Aumento crítico de un nuevo sector de centro, personificado en el Centro Democrático y Social (CDS). Este fenómeno -se ve todavía sometido a grandes fluctuaciones, que por el momento no permiten establecer con rigor sus reales dimensiones.
-Progreso de Alianza Popular, que en esta segunda fase del panel se ha revelado ligeramente superior a lo que los analistas del panel preveían a mediados de agosto pasado. Como consecuencia. de este progreso, AP aparece como un partido,de talla media a nivel nacional. Asimismo se observa una relación positiva entre el líder de AP y su partido, que, de mantenerse, supondría la consolidación de un sector conservador sólidamente asentado en la realidad socioeconómica del país.
-Configuración de un grupo compuesto por partidos que carecen de representación en el conjunto de los distritos electorales, pero capaces de obtener presencia intensa en un cierto número de ellos. Este grupo está integrado por los partidos regionales, por el Partido Comunisia de España e incluso por Unión de Centro Democrático (salvo inesperada recuperación de última hora). El conjunto de estos partidos representa, aproximadamente, el 17% del próximo Congreso de los Diputados.
Cambios de intención de voto entre agosto y septiembre
Lo más peculiar de un estudio de panel estriba, precisamente, en la medición de los cambios índividuales de intención, los cambios totales, las modificaciones de tendencia política, etc. Un sondeo normal sólo nos permite observar y comparar resultados totales por partido en diferentes momentos, sin poder saber quienes son los individuos y por qué lo hacen.
Sin embargo, el panel Informe-2 dispone ahora de dos elementos que le permiten hacer esta comparación, a partir de dos tomas de datos sobre una misma muestra, la primera de ellas. efectuada a mediados de agosto pasado (t1) y la segunda a finales de septiembre (t2).
¿Por qué es interesante hacer esta comparación y determinar los motivos de los cambios producidos? La respuesta conduce directamente al corazón de la téeníca panel: conociendo las tasas de cambio, su calidad y sus dírecciones, se puede, aplicando los procedimientosapropiados, evaluar y pronosticar la situación a la que llegará el sistema de partidos al final del proceso electoral. Todo ello en el supuesto de un desarrollo normal de este proceso y sin convulsiones inesperadas.
Antes de analizar pormenorizadamente la tabla de rotación de la intención de voto (que mide los cambios entre las dos fases de toma de muestras), parece conveniente completar los rasgos generales antes enunciados con otros conceptos básicos. Ya hemos hablado de la estabilidad y crecimiento de la intención de voto del PSOE y de AP. A ello hay que añadir la estabilidad del PCE, sin movimientos a favor ni en contra entre las dos fases del panel; así como los cruces de fuerzas entre UCD y CDS, con crecimiento de este último a expensas del primero.
Vambs ahora a estudiar la movilidad política entre las dos fases del panel (véase tabla de rotación número 1). Los rasgos más sobresalientes de lo ocurrido en el marco de la intención de voto entre el t1, (mediados de agosto de 1982) y el t2 (fin de septiembre de 1982) son los siguientes:
1. Gran movilidad de la in tención devoto en él conjunto del electorado, entre agosto y septiembre. Esto significa que más de ,la mitad del mismo ha cambiado en algún sentido: nada menos que el 53,6% del total, en el transcurso de un mes y medio. Por tanto, el núcleo de fidelidad (esto es, el que mantiene invariable su intención de voto) supone el 46,4% del total del electorado, del que casi la mitad está aportado por el PSOE.
Cada partido conserva en estos momentos un determinado. porcentaje de intención de voto con relación a la que ya tenía a mediados de agosto. Se mantienen fieles al PSOE el 59,1%; a UCD, el 21%; a AP, el 46%; al TCE, el 35,1 %; al CDS, el 6,2%- a la extrema derecha, el 0%; y a los partidos regionales y otros pequeños grupos, el 69,2%. Estos últimos, por tanto, reflejan la mayor tasa de estabilidad o inmovilidad de intención de voto de todo el sistema, aunque en relación con el conjunto del electorado, la tasa correspondiente al Partido Socialista tiene una significación política sensiblemente superior, puesto que dichos porcentajes corresponden a masas de votantes mucho más numerosas.
Por otra parte, los abstencionistas de agosto pasado que perseveran en su actitud son el 30%, mientras que el 34,2% de los indecisos de entonces (no sabe, no contesta) se mantienen en idéntica actitud.
2. Confirmación de que existe una zona crítica de centro, que representa un voto aún disponible, donde los grandes . competidores son Alianza Popular, Centro Democrático y Social y Unión de Centro Democrático, en especial los dos últimos. Sin duda alguna, en este sector se juega la batalla política fundamental de la actual campaña, puesto que de ello dependerá la existencia de un partido conservador apoyado en sófidas estructuras socioeconómicas, o la restauración, de un nuevo ceniro progresista de apreciables dimensiones.
Por lo demás, los espacios del Partido Socialista ya están fijados de forma casi definitiva en la percepción generalizada de los electores. Este dato, junto con la estabilidad de los partidos regionalista! y del PCE, constituye uno de los elementos prefijados de la intención total de voto en 1982.
Los núcleos fieles de intención de voto están formados por todos aquellos individuos del panel que no han cambiado de intención entre agosto (t1) y septiembre (t2), y que están representados por las casillas en negrita de la diagonal principal de la tabla número 1.
El índice de inmovilidad política es del 46,4%, lo que supone una tasa bastante baja, o lo que es lo mismo, un índice demasiado elevado de movilidad política. Comparativamente, en democracias muy establecidas las-tasas de inmovilidad de intención suele oscilar entre el 55% y el 65%, lo que supone que la movilidad o cambio de intencíón oscila entre el 45% y el 35%. Sin embargo, el actual caso español proporciciña un 53,6% de movilidad política en mes y medio de intervalo.
Ahora bien, esa movilidad o inmovilidad no implica cambios entre opciones radicalmente distintas, sino situaciones fluidas dentro de opciones de parecido signo: por ejemplo, cambios dentro de la derecha, dentro del centro o dentro de la izquierda. Y sobre todo, hay cambios en los sectores de abstencionistas o indecisos.
Por ejemplo, en el caso de UCD se comprueba que del 5,6% de intención de voto decidida en la primera fase del panel (t1: mediados de agosto)" este partido pasa al 3,2% de intención decidida en el t2 (final de septiembre). La estructura de su voto -como se observa en la tercera fila horizontal de la tabla- se ha movido de la siguiente forma: entre agosto y septiembre, el 0,6% de su voto ha pasado a AP; ha guardado como núcleo fiel el 1,2% el 0,4% se le ha ido al CDS; el 1,1%, al PSOE; el 0,5% a la abstención; y el 1,9% está ahora indeciso y pasa a engrosar el sector de los que no saben o no contestan. ¿Cuál es la estructura actual de la intención de voto UCD? Se deduce fácilmente por la lectura de la columna vertical 3 de la misma tabla. No recibe ningún voto de la extrema derecha; el 0,3% viene de AP; el 1,2% constituye su núcleo fiel; y recibe el 0,2% del CDS, el 0,5% del PSOE, nada del PCE, el 0,1% de regionalistas, no recibe nada de los abstencionistas y recibe el 0,9% de los indecisos, dato este último que apunta la posibilidad de que UCD sensibilice algo a los indecisos.
Obsérvese la tabla número 1: los núcleos de fidelidad de los distintos partidos forman, gráficamente, una diagonal que va de la parte superior izquierda a la inferior derecha de la misma tabla. Si sumamos los distintos porcentajes de las casillas de partidos situadas a la izquierda de la diagonal (por tanto, sin contar abstención y no sabe/no contesta) se obtiene el índice del 7,8% de movilidad política hacia la derecha. Esto es: del total de los cambios de intención de voto entre agosto y septiembre, el 7,8% va en dirección a la derecha.
El índice de movilidad hacia la izquierda se forma a la inversa del anterior: es la suma de las casillas de partidos situadas a la derecha de la diagonal (tabla número 1), que nos da un índice del 6,1 % de movilidad política o cambio de intención de voto hacia la izquierda.
El hecho de que el cambio hacia la derecha sea mayor que el índice hacia la izquierda significa que, entre los que cambian de intención de voto, hay un porcentaje superior que toma la dirección de la derecha. Pero este dato es importante sólo en términos relativos, ya que los sectores fieles a la izquierda son muy superiores a los de la derecha.
Tendencias
Por medio de una ponderación de los principales elementos estudiados por Informe-2, antes de llegar a la predicción final ajustándose a los procedimientos técnicos correspondientes -que se realizará en el t3 del panel-, los analistas de CITEP entienden que el escenario más probable configurado por los datos ya disponibles es el siguiente:
1. Estabilización creciente del voto del PSOE, entre un 37% y un 40%.
2. Tendencia creciente de AP, hacia los niveles del 17% al 20%.
3. Estabilización de los partidos regionales entre el 7% y el 8%.
4. Situación final del PCE entre el 6% y el 6,5% del voto.
5. Configuración de una "zona crítica" y disponible de centro entre el 18% y el 20% del voto, con opción final aún no decidida.
6. Estabilización de "otros partidos" en un máximo del 5% del voto.
Todo parece indicar que la incógnita mayor de la campaña electoral y donde va a encontrar mayor concreción una lucha política es en torno a la zona crítica de centro, que se disputan AP, UCD y CDS. Teniendo en cuenta la magnitud de la tendencia concedida a AP (17-20% del voto final), que ya engloba el 12% de los votantes ucedistas de 1979, todos los datos disponibles apuntan que la batalla por el voto centrista se va a librar entre UCD y CDS.
La rápida subida del CDS -aunque todavía muy pequeña en términos absolutos-, acompañada de una nueva caída del voto de UCD, plantean un sombrío panorama para este último partido y un potencial interesante para el CDS.
A este análisis de la rotación del voto seguirá un estudio sobre ideologías y liderazgo, que completará lo esencial más del t2 del panel Informe-2.
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