_
_
_
_

El Atlético creó las ocasiones y el Borussia los goles

El Atlético de Madrid dio la primera decepción a sus seguidores Las emociones siguen garantiza das, aunque sea a disgustos. El conjunto de Luis dominó más y creó casi las únicas ocasiones de peligro en la final de su Trofeo Villa de Madrid, pero lo perdió por su incapacidad cara al gol. Ante un equipo de más entidad, como el Borussia de Dortmund, jugó con el 4-4-2 ya generalizado, sin Rubio, y tuvo menos profundidad. Los alemanes, reyes de lo práctico, aunque oscuros, sólo llegaron tres veces con posibilidades de marcar a la portería del nervioso Mejías y lograron dos goles. El primero cuando el Atlético tenía sus mejores momentos de ataque y el se gundo -tras otra ocasión de Klotz, que tiró alto al fallar Juanjo-, cuando el cuadro rojiblanco aún buscaba el empate, aunque sin fuerzas prácticamente. Se había agotado en el eje central, pues el encuentro fue aburrido, con el típico y excesivo juego centrocampista, trágico para el espectáculo.La final de ayer fue un triste anuncio de lo que puede ser la temporada en el fútbol, y más aún después de afianzarse en el Mundial: un empacho de centrocampismo, con equipos que quieren jugar a la contra, como Italia, pero sin serlo. Es decir, un desastre, como casi todas las imitaciones que no son japonesas. Para éstas ya están bien los nuevos marcadores vía duque, que entretienen al personal en los descansos con imágenes de humor. Podría llegar un momento en que necesiten proyectarse durante los partidos.

El Atlético no jugó mal ayer, pero mostró que el precio de un planteamiento más conservador también se puede pagar caro y sus hombres no tienen tanta técnica como para florituras y especulaciones. El primer día, con un 4-3-3 más arriesgado y una lucha continua, dominaron a los mexicanos y, al menos, marcaron un gol más para ganar. Anoche, aunque tuvieron ocasiones, no nadaron tanto pero acabaron ahogados en la orilla. La temporada se anuncía dura.

Y eso que Quique empezó con firmando su buena colocación de lateral, pues ante los 4-4-2 rivales, con sólo dos extremos, es el defensa ideal para quedar libre de marcaje y subir al ataque. Y también pareció que el Atlético movía mejor el balón, menos alocadamente que el primer día. En defensa se mantuvo, pero Pedraza y Hugo Sánchez estuvieron demasiado solos, porque el centro de campo (Julio Prieto, el que menos) no digirió el empacho para sacar frutos en ataque. Deberá tomar digestivos para la Liga.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_