Muestra de jardines y paisajes realizados por Leandro Silva

El paisajista Leandro Silva, que ha intervenido en el proyecto de restauración del Real Jardín Botánico de Madrid, que se abrirá de nuevo al público el próximo jueves, expone en la galería Ynguanzo, de Madrid, una serie de acuarelas, fotografías y collages agrupados bajo el título En torno a un jardín y a un paisaje.El uruguayo Leandro Silva es una conocida autoridad internacional en el tema de la arquitectura de jardines o, para hablar con propiedad, en paisajismo. Un paisajista, en vez de embutir la naturaleza en un cuadro, la pinta toda como si se tratara de un vasto lienzo sin front...

El paisajista Leandro Silva, que ha intervenido en el proyecto de restauración del Real Jardín Botánico de Madrid, que se abrirá de nuevo al público el próximo jueves, expone en la galería Ynguanzo, de Madrid, una serie de acuarelas, fotografías y collages agrupados bajo el título En torno a un jardín y a un paisaje.El uruguayo Leandro Silva es una conocida autoridad internacional en el tema de la arquitectura de jardines o, para hablar con propiedad, en paisajismo. Un paisajista, en vez de embutir la naturaleza en un cuadro, la pinta toda como si se tratara de un vasto lienzo sin fronteras. Entre el pintor de paisajes y el paisajista no hay, pues, sino una diferencia de perspectiva, que puede muy bien entrecruzarse en una misma biografía.

Véase si no el caso excepcional de Monet, que quedó tan prendado en la dialéctica de lo pintado y lo vivo como para terminar creando esa fastuosa obra de arte del jardín de Giverny.

Leandro de Silva, por su parte, creador de tan bellos paisajes naturales, nos ofrece ahora una maravillosa secuencia de apuntes en acuarela y collages, en donde podemos apreciar su ensoñación pictórica.

En este sentido, considero un acierto que en esta preciosa exposición se haya combinado la fotografía testimonial de los paisajes realizados por Leandro Silva en rincones españoles y extranjeros con estos apuntes personales de trabajo, en los cuales se aprecian los tanteos y sugerencias preliminares del autor.

En ellos, sobre el soporte modestísimo de papeles de periódico y una base de color, se despliegan ideas de espacio y combinaciones cromáticas para ese proyecto fabuloso de convertir la naturaleza toda en una obra de arte. Así que, tras estos papeles, más que una sensibilidad exquisita, se acaba percibiendo una actitud, una filosofía, un modo de sentir y estar en el mundo, un panteísmo, pero a los que jamás se les escapa esa sabiduría oriental de la revelación de lo minúsculo.