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La Real perdió en el uItimo minuto

La Real Sociedad, que contuvo magníficamente en la primera mitad al CSKA, no pudo mantener la presión de centros lejanos, a partir de los veinte minutos de la segunda parte, y cosechó un mal resultado en el estadio Vasil Levski, al perder por un gol en el último minuto. La entrada de un cuarto centrocampista búlgaro. tras el descanso, animó el juego y la posibilidad para la Real de aprovechar aloún contraataque, pero no acertó, incluso con un gol dudosamente anulado a Satústregui.La Real comenzó el encuentro con mucha tranquilidad, y un esquema de 4-4-2 claro, según era de esperar, siempre retrasado Uralde en el centro del campo. El CSKA, pese a mostrarse más ofensivo, por obligación, con un 4-3-3, también clásico, pareció iniciar el juego con más precauciones, y sólo un gran tiro de su extremo izquierdo, A. Dimitrov, que se estrelló de forma fulgurante en el poste izquierdo de Arconada, le animó a forzar su ataque. Fueron poco más de cinco minutos de agobio, pero con poca efectividad, cara a puerta del conjunto búlgaro, salvo otro disparo raso de Mladenov (que dejó su puesto de extremo, pasando al centro por el lesionitdo, a últii-na hora, Djevizov) detenido perfectamente por Arconada. La seguridad del guardameta internacional parecía garantizar que sólo una jugada desgraciada o genial podía traer el gol.

El centro del campo realista comenzó a funcionar a la perfección a partir de los diez minutos, y no sólo armo un juego serio en la zona clave, sino que cortó muchos balones antes de que llegaran siquiera a la parcela defensiva. Larrañaga, efectivamente, hizo olvidar a Diego Alonso, en su papel habitual de perro de presa, apenas dejó maniobrar a Kerimov, el cerebro del CSKA, y Zamora, con la fortuna de corresponderle como par a Zdravkov, tampoco tuvo problemas para contenerle.

Dos minutos antes del supuesto penalti de Celayeta, Baquero estuvo a punto de quedarse ya solo ante Velinov. La Real había cometido hasta ese momento el defecto de subir al contraataque con demasiados hombres, perdiendo rapidez A los 32, Larrañaga se fue sólo con fuerza, y el propio Baquero casi

marcó ante la salida del portero, en la mejor oportunidad donostiarra. Sin embargo, la Real estaba más ocupada en marcar de cerca, y su intención parecía no pasar del empate a cero. Ya en la segunda parte, entró por el CSKA Markov, cuya lesión en una rodilla no le permite más que jugar medios tiempos. Aunque en principio pareció provocar más desorden en el centro del campo, empezó a mover al equipo con mucha más fuerza que Zdravkov. Una entrada de Baquero, que enganchó a Tomanov, lesionó al defensa, y Nikodimov, el entrenador, se arriesgó, además, a sacar a otro centrocampista, Bezinski, pues antes no se debía haber dado cuenta de su inferioridad centrocampista, teniendo un defensa más inútilmente. La prueba de que fue lo acertado la dio el enorme tiro lanzado por el recién entrado, que sacó a córner, con el puño, Arconada en una de sus tremendas estiradas.De todas formas, el agobio que pareció en principio mínimo continuó, aunque fuese a base de centros lejanos. El CSKA, con más rapidez, empujó a la Real en su parcela, y aunque ésta no se arredró, apenas sacó ventaja en los contraataques. En algunos, incluso, llegó con superioridad numérica al área, pero la única ocasión clara la perdió por decisión del árbitro al anular un gol a Satrústegui, en dudoso fuera de juego. Zamora había esperado a que se colocara el delantero centro para darle el pase,, pero el juez de línea levantó la bandera inmediatamente, y quizá en ese momento el jugador donostiarra estaba en línea con el defensa.

La mala suerte de la Real fue que tras una demostración de seguridad en su defensa, en los sucesivos centros sobre puerta, no pudo evitar encajar el gol, en el último minuto. Ello le supondrá, al no haber marcado en el estadio Vasil Levski, estar pendiente del peligro de un tanto en campo contrario por parte del CSKA, que le valdría doble, a igualdad en la eliminatoria. El cuadro donostiarra, pues, quizá acusando la falta de partidos oficiales, cosechó un mal resultado en Sofía.

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