Indefensión de los bienes culturales de la Iglesia

Emilio Benavent, vicario general castrense, presidente de la comisión episcopal del patrimonio cultural de la Iglesia, conoció a través de EL PAIS, a las 18.45 horas de ayer, el robo de objetos artísticos en la colegiata de Toro (Zamora), ocurrido en la madrugada del jueves. Hoy celebra una reunión la comisión episcopal del patrimonio cultural, donde se estudiarán los programas de actuación, ya que es el segundo encuentro de dicha comisión desde su creación por la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española, en febrero de este año.A título personal y desde su experiencia, Emilio Ben...

Emilio Benavent, vicario general castrense, presidente de la comisión episcopal del patrimonio cultural de la Iglesia, conoció a través de EL PAIS, a las 18.45 horas de ayer, el robo de objetos artísticos en la colegiata de Toro (Zamora), ocurrido en la madrugada del jueves. Hoy celebra una reunión la comisión episcopal del patrimonio cultural, donde se estudiarán los programas de actuación, ya que es el segundo encuentro de dicha comisión desde su creación por la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española, en febrero de este año.A título personal y desde su experiencia, Emilio Benavent expuso ayer su impresión de que «con los recursos actuales es muy difícil conseguir que la custodia de las obras de arte estén bajo un control absoluto de técnica y con el nivel ,apropiado en el personal encargado de su vigilancia». Añadió que hay que evitar que las obras de mucho valor estén «en lugares difíciles de defender» y considera conveniente que se concentren en museos diocesanos, «aunque hay que tener en cuenta la sensibilidad especial de los pueblos que no tienen recursos económicos para custodiar tesoros que consideran suyos, y el traslado a museos puede resultar violento».

«La falta de recursos económicos afecta a la Iglesia y también al Estado para conseguir una custodia de máxima seguridad, ya que Bellas Artes no es la más dotada de la Administración pública». Apunta otras medidas, como la formación de personal especializado y la realización de inventarios. «Nuestra preocupación es absoluta y lógica, ya que estos tesoros son expresión de la fe del pueblo, y el pueblo, que los ha creado, los necesita».