Atlético y Osasuna empataron un partido de feria
El Atlético de Madrid y el Osasuna disputaron en Albacete un encuentro de ferias. Fue como un partido en el que la reina de las fiestas hace el saque de honor y el joyero de la localidad regala una copa denominada como «artística» en los programas de mano. El Atlético, incapaz de ganar al Osasuna, estuvo pendiente de los partidos en los que le jugaban la clasificación para la Copa de la UEFA.Atléticos y pamplonicas lograron aburrir al respetable, que a partir del cuarto de hora ya no tuvo otra preocupación que las noticias del transistor. El primer gol de la Real Sociedad fue acogido con muchos aplausos. El triunfo del Madrid tuvo mayores entusiasmos. Al final, el público albaceteño sacó a relucir sus querencias berna- beuianas.
El Atlético y el Osasuna no se encontraron cómodos sobre el césped del estadio, que a simple vista parecía en buenas condiciones. Unos y otros fallaron en el pase largo y ello provocó un juego escolar en el centro del terreno. De la insulsez general se salvaron los espectadores en el primer tiempo gracias a dos jugadas que merecieron el remate feliz. En la primera hubo una pared entre Marcos y Pedraza que este último no supo rematar adecuadamente. En la segunda, Dioni se libró de medio equipo adversario y cuando tuvo a su merced a Belza envió la pelota fuera.
El Atlético tuvo algunos detalles sueltos. Marcos intentó sacar el juego de la mediocridad y zascandileó cuanto pudo. Mínguez, en el primer período, le ayudó a dirigir el juego hacia la puerta contraria, pero a la hora de la verdad el equipo madrileño no tuvo rematadores. Toda la artillería estuvo basada en la cabeza de Ruiz.
Además de la oportunidad de Dioni, el Osasuna tuvo al comienzo del segundo período en los pies de Azcona un gol casi imposible de fallar, pero envió el balón fuera.
