Los derechos del consumidor
En 1975 se creaba el Instituto Nacional del Consumo, como organismo dirigido a la defensa y protección de los consumidores y con funciones de carácter técnico y asesor del Consejo de los Consumidores, organismo encuadrado en el organigrama del Ministerio de Comercio.El Instituto Nacional del Consumo editó, a poco de su creación, un folleto divulgativo de los derechos del consumidor, muy ambicioso en sus planteamientos, pero que no han tenido la necesaria cobertura legal. Así, se reconoce el derecho del consumidor a su salud y seguridad, en el sentido de estar protegido contra los daños físicos ocasionados por bienes y servicios defectuosos y que los artículos no supongan riesgo alguno para aquéllos. En este capítulo se incluyen alimentos, cosméticos y de tergentes, electrodomésticos, juguetes, vivienda, urbanismo, abonos, envases y embalajes, entre otros.
El segundo aspecto divulgado se refiere al derecho a la protección de los intereses económicos, así como a las reparaciones por daños. Incluye la protección contra los abusos del vendedor, la publicidad engañosa, las prácticas comerciales abusivas, etcétera, y afirma Incluso el deber de todo vendedor de demostrar la veracidad de lo que afirma en la publicidad.
El folleto reconoce asimismo los derechos a la información veraz al consumidor y a la representación: «Los consumidores serán consultados a través de sus organizaciones representativas en la elaboración de aquellas medidas e intereses que puedan afectar a sus intereses.» Deberán crearse cauces de participación, promover y potenciar el movimiento asociativo de los consumidores y otra serie de postulados muy atrayentes, pero que en la realidad brillan por su ausencia.
