Ya
que no pudo llevarle en coche, que es su especialidad, Niki Lauda trasladó ayer a su amigo Bruno Kreisky, primer ministro de Austria, desde Palma de Mallorca al citado país, en su reactor particular. El propio Lauda pilotó el avión en el que, junto al político socialdemócrata austriaco, viajaba la esposa de Kreisky. Juntos pasaron en Palma las vacaciones de Semana Santa, en la casa que el matrimonio tiene en las colinas de Costa d'en Blanes. A este viaje con el famoso corredor, seguirá para el señor Kreisky otro menos placentero: el que hoy realizará a Yugoslavia, país al que va en visita oficial.
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