Preocupación entre exportadores de agrios por el boicot marroquí a la peseta española

«Parece claro que no habrá pesca en aguas marroquíes si no dejamos pasar sus cítricos, hecho que al sector exportador nos parece un grave error político», manifestó a EL PAÍS Julio de Miguel, presidente del comité de gestión para la exportación de agrios y del comité de enlace de las agriculturas mediterráneas, en relación con el presunto boicot de Marruecos a la pesca canaria y andaluza si no se autoriza el transporte de sus productos agrícolas por nuestro país.

«Me parece un grave error del ministro de Transportes y Comunicaciones que al firmar el protocolo de pesca con Marruecos ...

«Parece claro que no habrá pesca en aguas marroquíes si no dejamos pasar sus cítricos, hecho que al sector exportador nos parece un grave error político», manifestó a EL PAÍS Julio de Miguel, presidente del comité de gestión para la exportación de agrios y del comité de enlace de las agriculturas mediterráneas, en relación con el presunto boicot de Marruecos a la pesca canaria y andaluza si no se autoriza el transporte de sus productos agrícolas por nuestro país.

«Me parece un grave error del ministro de Transportes y Comunicaciones que al firmar el protocolo de pesca con Marruecos involucró dos contenciosos muy diferentes, cuando podría haberlo resuelto con mayor visión política, adjudicándole un tratamiento por separado.»

En opinión del presidente del comité de gestión, el contencioso de la pesca en aguas de Marruecos y la negativa española al tránsito de cítricos y otros productos agrícolas por la Península son dos litigios que exigen unas negociaciones sectoriales por separado para encontrar soluciones justas y equitativas, «pero lo que no puede hacer un ministro es salirse de una negociación sin resolverla satisfactoriamente para sacrificar a otro sector económico que, de confirmarse esa transacción negociadora, se vería aún más afectado que el sector pesquero».

«Los exportadores y naranjeros rechazamos tajantemente cualquier tipo de maniobra tendente a cargarnos a nuestras espaldas con el fracaso de una negociación a la que somos ajenos», siguió diciendo, «porque si la negativa marroquí a aceptar pesqueros españoles en sus aguas afecta a 30.000 familias de Canarias y Andalucía, el tránsito de nuestros competidores por la Península afectaría a 400.000 trabajadores de la naranja, casi 100.000 familias.»