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Ruiz-Giménez califica el congreso de su partido de "hamletiano"

El III Congreso Nacional de Izquierda Democrática (ID), partido que preside el senador Manuel Villar Arregui y del que es presidente de honor Joaquín Ruiz-Giménez, dio comienzo ayer en Madrid y terminará sus trabajos hoy a mediodía, después de decidir entre varias opciones que se presentan: integración en UCD, integración en el PSOE, libertad para sus miembros con autodisolución, continuidad y potenciación o reconversión en un club de estudio.

Asisten al congreso unos doscientos representantes de toda España y, según datos facilitados por el propio congreso, los militantes de ID pueden calcularse en menos de seiscientos.De entre las ponencias que se presentan al congreso de ID, una, firmada por dieciséis representantes, propone la desaparición del partido y su integración formal en UCD, con pleno respeto para los militantes que no acepten la decisión colectiva.

Los defensores de este planteamiento razonan que desde las elecciones generales del 15 de junio -Ruiz-Giménez habló en su intervención de «naufragio»- el nuevo panorama político hace inviable la continuidad del partido y destaca que desde entonces ID ha pasado de contar con unos 1.500 militantes -cifra que observadores cualificados ponen en seria duda- a un máximo de seiscientos.

Otra de las opciones -también el señor Ruiz-Giménez calificó el congreso de hamletiano- trata de conseguir la continuidad del partido, para lo que propone a Ruiz Giménez como presidente y pide que se intensifique la militancia, la presencia política de ID, una fórmula de financiación especial y la separación de la Internacional Demócrata. Cristiana y del Equipo de la Democracia Cristiana del Estado Español. Representantes de Almería, en cambio, propugnan la integración colectiva en el PSOE y que se rechace cualquier giro a la derecha, por «incoherente y penoso». Esta posibilidad cuenta, al parecer, con la oposición del propio PSOE que no admite la integración colegiada, sino la de personas individuales, una vez disuelto el partido originario.

Abrió el congreso el señor Villar Arregui, que afirmó la inexistencia de división de ideologías. Según él, de la lectura de las ponencias sólo se deduce que hay distintas maneras de tender las plataformas para servir al pueblo.

«Será el congreso en libertad -dijo- el que opine sobre las distintas opciones que se nos plantean.»

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El presidente honorario, señor Ruiz-Giménez, pronunció un discurso en el que entre otras cosas dijo que «tras el naufragio del 15 de junio, la tentativa de desaliento era real y explicable. Sería tremendo que en el apoyo a la democracia española estuvieran sólo hombres sin fe. Hace falta un grupo de hombres que, en base al ideario evangélico, luchen por la democracia, la igualdad y la justicia».

Se aplaudió una mención al fallecido dirigente del PNV Juan Ajuriaguerra e hizo un elogio del PNV.

Sobre la continuidad de ID, aseguró que para los hombres de Izquierda Democrática es más importante la honra que cualquier posición de ventaja en la situación política.

Asistieron como invitados a la sesión inaugural Armando López Salinas (PCE), Javier Espinosa, del Partido Sindicalista, y Máximo Bárcena (PNV). No acudieron representantes del PSOE ni de UCD.

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