Decorosa actuación de los veteranos

Como prólogo al partido entre el Atlético y la selección mexicana se disputó un encuentro de veteranos entre los dos eternos rivales madrileños. No resultó, ni mucho menos, aburrido, porque aunque faltó, lógicamente, continuidad en el fútbol de uno y otro equipo, abundaron los destellos individuales de las viejas figuras. Muchas fases del partido fueron aplaudidas. Naturalmente, la capacidad futbolística de los hombres que se alinearon ha bajado mucho desde sus mejores tiempos, pero, aun con eso, el aficionado pudo comprobar cómo subsistía parte del estilo que les hizo célebres, y el encuentro resultó entretenido, con acciones bonitas por parte de algunos jugadores. El exceso de kilos, especta cular en los casos de Chuzo y Escudero y menos sorprendente en el de Puskas, no resta sabiduría ni toque de balón, los porteros de los dos equipos tuvieron que trabajar. Abrió el marcador el Atlético en el primer tiempo, en disparo de Agustín que tropezó en Marquitos, y empató el Madrid en la segunda parte gracias a Soroa, tras laboriosa jugada de Grosso, que jugaba con la ventaja de su reciente jubilación. Luego hubo penalti contra el Atlético que Puskas, uno de los mejores especialistas en estos lanzamientos que ha habido nunca, falló, aunque más que de fallo se debe hablar de paradón de Rodri. Y, en general, buenos pases, bonitos regates y cierta animación. Un prólogo ni bueno ni malo el protagonizado por estos antiguos compañeros o enemigos del homenajeado.