Crítica:

España peregrina

Si de segunda España se calificó al Londres de la década absolutista fernandina, ¿cómo podría llamarse al México de los años cuarenta? Este exilio superó a aquél en cantidad tanto como en la variedad y calidad de los intelectuales que veían alzarse tras ellos un negro muro de incomunicación.No era esa su voluntad. Se sentían refugiados, no les era ajeno lo español, llevaban consigo una cultura, que sentían como tal y trataban de preservarla sin disgregaciones, dándose a sí mismos conciencia. Uno de sus inmediatos actos de fe de vida y de razón de existir fue la publicación...

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Si de segunda España se calificó al Londres de la década absolutista fernandina, ¿cómo podría llamarse al México de los años cuarenta? Este exilio superó a aquél en cantidad tanto como en la variedad y calidad de los intelectuales que veían alzarse tras ellos un negro muro de incomunicación.No era esa su voluntad. Se sentían refugiados, no les era ajeno lo español, llevaban consigo una cultura, que sentían como tal y trataban de preservarla sin disgregaciones, dándose a sí mismos conciencia. Uno de sus inmediatos actos de fe de vida y de razón de existir fue la publicación de revistas, una de ellas la que presenta este breve libro que antologiza el contenido de sus páginas, precedido de un estudio preliminar de lo que la revista fue y representó.

Cultura y exilio

La revista España Peregrina de Francisco Caudet Valencia. Fernando Torres, editor. 1976

Excelente idea. Las revistas encerradas en las hemerotecas difícilmente llegan a un público amplio. Libros como éste podrían decirnos lo que fue una galería de publicaciones representativas, desde El artista de los románticos, hasta España, Nueva España, Nosotros, ya en la década de los treinta de nuestro siglo.

España peregrina nació por iniciativa de una Junta de Cultura Española. Su título, sugerido por José Bergamín, tenía un lejano regusto lopesco, y su presentación y contenido ofrecían más de un parecido con la famosa Cruz y Raya que aquél fundase. Vieron la luz nueve números -el 10 quedó preparado para la imprenta sin llegar a ser realidad-. Todos los números citados, algunos de ellos doble, aparecieron en 1940, en la primera etapa del exilio, de febrero a octubre de este año.

En este breve período acudieron a sus páginas firmas de tanto interés como importancia en los distintos terrenos de su obra creadora. El citado Bergamín, José Carner y Juan Larrea, que se nos dice constituyeron la triada fundacional. Junto a ellos, José Renau, Gallegos Rocafull, Francisco Ayala, Corpus Barga, Rodolfo Halfter... Revista de tanto interés como refleja la sumaria muestra que el libro reproduce, poemas de León Felipe, Cermuda, Pedro Garfias y Emilio Prados.

Tanto como los editoriales o manifiestos que fijan una posición y nos ayudan a entender el momento y las razones de esta España peregrina.

El interés es tanto que se hace desear una mayor inclusión de textos de la revista e incluso un índice completo de lo publicado en ella.

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