Bandas armadas secuestran a exiliados políticos en Argentina

Veinticuatro refugiados latinoamericanos en Argentina, que habían sido secuestrados en la madrugada del viernes por bandas de civiles armados en los dos hoteles donde se alojaban, fueron liberados ayer por la mañana, informó la oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Buenos Aires.Las liberaciones se produjeron también de madrugada, pero el portavoz de las Naciones Unidas dijo no poder dar detalles sobre el lugar en que los refugiados, cuyos nombres no han sido dados a conocer, fueron puestos en libertad por sus secuestradores.

El viernes, un portavoz de la oficina en ...

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Veinticuatro refugiados latinoamericanos en Argentina, que habían sido secuestrados en la madrugada del viernes por bandas de civiles armados en los dos hoteles donde se alojaban, fueron liberados ayer por la mañana, informó la oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Buenos Aires.Las liberaciones se produjeron también de madrugada, pero el portavoz de las Naciones Unidas dijo no poder dar detalles sobre el lugar en que los refugiados, cuyos nombres no han sido dados a conocer, fueron puestos en libertad por sus secuestradores.

El viernes, un portavoz de la oficina en Argentina del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados, denunció ante las autoridades argentinas que los exiliados fueron sacados violentamente de dos hoteles donde se encontraban alojados, entre las dos y las cuatro de la mañana.Los comandos armados, que se identificaron como pertenecientes a la «superintendencia de seguridad del ejército», un organismo que no existe, actuaron con absoluta tranquilidad y recurriendo a listas para identificar a sus víctimas, la mayoría de los cuales son chilenos.

El secuestro se produjo horas después de que comandos no identificados hubieran robado las listas de cerca de dos mil refugiados políticos de la sede de la Comisión Católica Argentina de Inmigración, organismo que se ocupa también de los refugiados.

Las autoridades argentinas negaron cualquier participación de la policía o el ejército en la operación. Poco antes, el Gobierno argentino había asegurado que no existía una «situación de peligro específico para los refugiados ni para los ciudadanos procedentes de otros países latinoamericanos».

En la misma declaración, el Gobierno argentino se refirió a una campaña internacional de desprestigio contra el país. La semana pasada había sido secuestrado y asesinado el ex presidente boliviano Juan José Torres, y días antes dos ex diputados uruguayos, todos ellos exiliados políticos en Argentina.

El secuestro masivo del viernes ha aterrorizado literalmente a los refugiados que aún se encuentran en Argentina, que se niegan a pernoctar en los cinco modestos hoteles de Buenos Aires en los que las Naciones Unidas les buscaron refugio.

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El paradero de Enríquez

Por otra parte, fuentes del exilio chileno informaron que el dirigente del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) Edgardo Enríquez, detenido el pasado 10 de abril en Buenos Aires, había sido entregado por las autoridades argentinas a la policía política de Chile, la DINA, diecisiete días después.Según las mismas fuentes, Enríquez se encuentra desde entonces en un centro de tortura de la DINA situado en Monte Maravilla, a cien kilómetros de Santiago.

El Gobierno argentino nunca reconoció la detención de Enríquez oficialmente, pero sí de palabra ante un alto funcionario de un organismo internacional, al que dio seguridades de que no sería entregado a la policía chilena.

Hace unas semanas, las autoridades argentinas negaron el visado de entrada en el país al ex presidente boliviano Siles Suazo, expulsado horas antes de Chile, país donde se encontraba en calidad de refugiado, por haber asistido en Caracas a una reunión de la oposición boliviana.

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