Los récords de atletismo más cerca de batirse en Tokio: calendario para no perderse ninguno

Hay una veintena de pruebas con marcas recientes cercanas al mejor registro mundial, señal de que podrían volver a mejorarse. Aquí pueden consultarse las finales día a día

El sueco Armand Duplantis durante la final de la Diamond League de Roma, el 17 de septiembre de 2020, en la que batió el récord del mundo de salto de pértiga.
El sueco Armand Duplantis durante la final de la Diamond League de Roma, el 17 de septiembre de 2020, en la que batió el récord del mundo de salto de pértiga.ANDREAS SOLARO (AFP)

Este viernes arranca el atletismo en Tokio, donde se compite no solo por las medallas, sino también por entrar en la historia con un récord mundial. Lograrlo en unos Juegos no es fácil, pero ocurre: en Río hace cuatro años se batieron tres récords, y en Londres 2012 y Pekín 2008, cuatro. Esta semana lo volverán a intentar decenas de atletas, ¿pero en qué pruebas están más cerca los récords?

Para responder esa pregunta hemos calculado la distancia entre las mejores marcas recientes —desde 2019— y los récords vigentes. Luego expresamos esa distancia con un porcentaje para poder comparar.

Este primer gráfico muestra las pruebas casi imbatibles:


Hay ocho récords que se establecieron hace décadas, en los ochenta o primeros noventa, sobre los que planean sospechas de dopaje. Son marcas de momento inalcanzables. Las mejores lanzadoras de peso en Tokio tendrían que tirar un 10% más lejos para batir el récord de 1987.

Los siguientes récords en la lista incluyen los dos del velocista Usain Bolt, también lejanos. Después van entrando otros cada vez más vulnerables:

Por último, llegamos a los récords más al alcance, empezando por el triple salto femenino, que amenaza la venezolana Yulimar Rojas:

Hay cuatro récords que se han logrado este mismo año y hasta 10 que son posteriores a 2019, incluidos nueve cuyos plusmarquistas estarán en Tokio. Luego hay que sumar cinco disciplinas donde se compite con marcas al 99,5% del récord: el 1.500 femenino (de 2015), los 20 y los 50 kilómetros marcha masculinos (2014 y 2015), los 110 vallas masculinos (2012) y el triple salto femenino (1995).

Es evidente que en Tokio habrá atletas capaces de fijar marcas estratosféricas, pero no basta con eso, porque en los Juegos no se dan siempre ni las circunstancias ni los incentivos para que caigan los récords.

Por un lado, hay que contar con las condiciones atmosféricas, que son una lotería, o que incluso alejan los récords en verano (en pruebas como el maratón, parece que lo óptimo es que haga más frío). También cambian las estrategias. En unos Juegos los atletas también quieren las medallas, lo que puede hacerlos más conservadores: solo darás el 100% si tus rivales te lo exigen. En larga distancia muchos récords se consiguen en eventos de un día, donde se busca la marca y hasta se usan liebres —compañeros que se encargan de mantener el ritmo ideal, o incluso un sistema de luces con el mismo fin—, y donde a veces hay suculentos premios económicos. Por eso las marcas olímpicas no son siempre las mejores, aunque hay excepciones como Río 2016, cuando la etíope Almaz Ayana batió el récord mundial de los 10.000.

Este año, además, hay otro motivo para esperar más récords: la tecnología de unas nuevas zapatillas.

Una novedad en Tokio es que se competirá con un calzado revolucionario, que desarrolló primero Nike y que ofrece a los corredores un plus de rendimiento nada desdeñable. Según un estudio, zapatillas como las Zoom Vaporfly permiten correr un 4% o 5% más rápido, que es suficiente para convertir una buena marca en un récord, como mostraban los gráficos anteriores. El secreto es una placa de carbono en la planta y unas suelas gruesas, que devuelven más energía al corredor en cada impacto con el suelo, zancada a zancada. Con estas zapatillas se han logrado ya varios récords, como pasó en Valencia el otoño pasado, en un evento que de hecho se llamaba World Record Day, cuando Letesenbet Gidey marcó el mejor tiempo de la historia en los 5.000 y Joshua Cheptegei en los 10.000. Los dos atletas calzaban unas Nike ZoomX Dragonfly.

Calendario de finales y récords posibles

A continuación repasamos las finales de pruebas que se disputan cada día y mostramos cuánto se han acercado las marcas de los últimos tres años al récord mundial.

Viernes, 30 de julio

La primera final olímpica en atletismo será la de los 10.000 metros masculinos, una de las pruebas con récord reciente. El ugandés Joshua Cheptegei logró la mejor marca de la historia el otoño pasado en Valencia y es el favorito para ganar en Tokio, por delante de su compatriota Jacob Kiplimo, que hace dos meses consiguió la segunda mejor marca de los últimos años.

Sábado, 31 de julio

Parece difícil ver un récord el sábado. Se disputan los 100 metros femeninos y el disco masculino, dos pruebas que tienen sus mejores marcas congeladas desde hace 30 años. En los 100 metros femeninos el récord lo ostenta Florence Griffith desde 1988, cuando paró el reloj en 10,49 segundos. Es uno de los récords oficiales pero polémicos de los ochenta, ensombrecidos por sospechas de dopaje. En este ciclo la jamaicana Shelly Fraser-Pryce ha corrido en 10,63, más cerca que nunca, aunque todavía a 14 centésimas.

Domingo, 1 de agosto

Yulimar Rojas amenaza el récord del triple salto, que lleva establecido desde 1995, cuando Inessa Kravets se fue hasta los 15,50 metros. Hace un mes, en Andújar, la venezolana Rojas se quedó a siete centímetros.

En los 100 metros masculino parece difícil que se mejore la marca que Bolt estableció en 2009. En este ciclo las mejores marcas han rondado los 9,8 segundos, a 2 décimas de su tiempo. La mejor marca desde 2019 la ostenta Christian Coleman con 9,76, que no estará por sanción —se saltó tres test antidopaje—, seguido de Trayvon Bromell, que logró un 9,77 hace un par de meses, que sí está en Tokio y es el aparente favorito.

Lunes, 2 de agosto

Otro récord vulnerable en larga distancia son los 5.000 metros femeninos, que logró el año pasado la etíope Letesenbet Gidey, después de 12 años sin haberse movido. Fue el mismo día que Joshua Cheptegei logró el récord de los 10.000, y usó las mismas zapatillas. Hace un mes, la también etíope Gudar Tsegay se quedó a solo 7 segundos de volver a batirlo. Hay una decena de mujeres que corren apenas un 2% más lento que el récord.

En 100 metros vallas parece algo más difícil mejorar los tiempos. La actual plusmarquista, Kendra Harrison, tiene el récord desde 2016, que consiguió antes de los Juegos de Rio, para los que paradójicamente no se había clasificado. Ahora sí estará en Tokio, aunque es la favorita solo a medias, porque la puertorricense Jasemine Camacho-Quinn en 2021 ha sido más rápida.

Martes, 3 de agosto

Dos récords pueden caer el martes. Armand Duplantis, el favorito en salto de pértiga, puede superar su propia plusmarca de 6,15 metros, con la que desbancó al mítico Serguéi Bubka el año pasado. Además del récord mundial, Duplantis tiene las tres mejores marcas de los últimos años.

También hay opciones de récord en los 400 metros vallas masculinos, después de que el noruego Karsten Warholm pulverizase hace apenas un mes el récord mundial que tenía Kevin Young desde Barcelona 92.

Miércoles, 4 de agosto

La prueba de 400 metros vallas promete ser una de las más emocionantes de estos Juegos: competirán las dos últimas poseedoras del récord mundial. La estadounidense Dalilah Muhammad batió todos los registros previos a finales de 2019 –el mejor tiempo alcanzado antesllevaba vigente desde 2003–, pero hace un mes lo volvió a batir su compatriota Sydney McLaughlin, de tan solo 21 años.

Jueves, 5 de agosto

Una de las pruebas del jueves es el lanzamiento de peso masculino, donde el estadounidense Ryan Crouser puede intentar batir su propia marca. La fijó este mismo año, con un lanzamiento que mejoró en 25 centímetros la anterior plusmarca, que llevaba vigente desde 1990. Crouser es el favorito para las medallas, tiene las seis mejores marcas recientes y ha lanzado casi medio metro más lejos.

También se celebran los 110 metros vallas, con la participación de Grant Holloway, que en junio se quedó a una milésima de batir el récord mundial de Aries Merritt.

Viernes, 6 de agosto

El viernes se disputan muchas finales, aunque los récords más amenazados parecen los 20 kilómetros marcha, en mujeres, y los 5.000 metros másculinos, donde estará el plusmarquista Joshua Cheptege, pero también el noruego de 20 años Jakob Ingebrigtsen, con un récord europeo y la mejor marca de 2021.

Sábado, 7 de agosto

El sábado se disputa media docena de finales. En los 1.500 hay muchos corredores con buenas marcas, aunque parece que demasiado lejos del récord que logró El Guerrouj en 1998. En el gráfico de jabalina destaca el dominio de Johannes Vetter, que tiene los nueve mejores registros de los últimos años y que en 2020 se acercó bastante a otro récord longevo, los 98,48 de Jan Zelezny de 1996.

Pero la prueba más atractiva del sábado serán los 10.000 femeninos, donde habrá un duelo entre dos plusmarquistas que batieron el récord en junio con apenas 24 horas de diferencia. Primero lo hizo la neerlandesa Sifan Hassan (29:06.82), que mejoró el tiempo que había establecido Almaz Ayana en la final olímpica de Río 2016 (29:17.45). Pero el récord de Hassan solo duró unas horas: al día siguiente su marca la volvió a bajar la etíope Letesenbet Gidey, quien, en la misma pista y con las mismas zapatillas, paró el cronómetro en 29:01.03. Las dos estarán en Tokio para pelear por las medallas y quién sabe si por el récord.

Domingo, 8 de agosto

En la última jornada de los Juegos se disputará el maratón, donde estará Eliud Kipchoge, que ostenta la mejor marca de la historia desde 2018, con 2h 01m 39s. El atleta keniata es también el primero que bajó de las dos horas en un maratón (1h 59m 40s), aunque esa última marca no es oficial ni es considerada récord del mundo por todas las ayudas externas que recibió durante la carrera.


Metodología. En los gráficos hemos representado la distancia entre cada récord del mundo y las 15 mejores marcas desde 2019 (considerando solo marcas electrónicas). Hemos expresado esa distancia en porcentaje para poder comparar entre diferentes pruebas. Por ejemplo, en las pruebas de salto ese porcentaje representa simplemente la relación entre una marca del año pasado y el récord del mundo. Si el récord fuese 2 metros, a una marca de 1,9 metros le corresponde un porcentaje de distancia al récord de 95%. En las pruebas de carrera hemos calculado este porcentaje tomando valores inversos. Es útil pensar en velocidades para entenderlo. Si el récord de los 100 metros se lograse corriendo a 10,5 m/s, a una marca de los 100 metros corridos a 5,25 m/s le corresponde un porcentaje de distancia al récord del 50% —porque has corrido la mitad de rápido—. Haciendo los cálculos de esta forma todos los porcentajes están expresados entre 0% y 100%. Todos los datos proceden de la web de la Federación Internacional de Atletismo.

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