El éxito planetario de un cántico nacido en la grada rojilla
El profesor pamplonica Eneko Elósegui aprovechó un voluntariado en Uganda en 2017 para grabar a unos niños entonando la canción ‘Osasuna nunca se rinde’. Seis años más tarde, ese vídeo que compartió por WhatsApp con sus allegados ha resurgido en las redes donde acumula millones de visitas y ha potenciado la popularidad del club navarro, que ha cuadruplicado sus seguidores virtuales en lo que va de temporada
Entre las lecciones que Eneko Elósegui impartió en un orfanato de Uganda, donde fue profesor de matemáticas, ciencia e inglés por unos meses en 2017, había una que no estaba en el programa y ha terminado dando la vuelta al mundo: el cántico Osasuna nunca se rinde. Este pamplonés de 44 años se lo enseñó a un grupo de alumnos de primaria un sábado, fuera de clase, para apoyar a su equipo. “Esa noche jugábamos contra el Real Madrid. El equipo lo estaba pasando mal y quería grabarlos para mandar un mensaje de apoyo”, recuerda. Aunque la arenga no surtió efecto –los blancos terminaron imponiéndose por 1-3 en El Sadar–, ese vídeo que compartió hace seis años con sus allegados por WhatsApp (y que el CA Osasuna terminó publicando entonces en sus redes sociales) ha tenido un imprevisible resurgir: acumula millones de visitas TikTok y ha empujado al club de LaLiga Santander a cuadruplicar sus seguidores virtuales en solo unos meses.
Los 20 segundos de metraje que Elósegui registró con su teléfono móvil volvieron a ver la luz el pasado septiembre. No se sabe muy bien quién fue el primero, pero decenas de cuentas empezaron a subir el vídeo a sus perfiles de TikTok. Horas después, el equipo de redes sociales de Osasuna detectó la tendencia y también lo compartió. Le siguieron, en los días posteriores, muchos otros con piezas en las que comentaban o reinterpretaban el cántico rojillo: el youtuber DjMaRiiO (3,3 millones de seguidores), el Zenit de San Petersburgo ruso (5,5 millones de seguidores), el dúo musical Twin Melody (18,6 millones de seguidores) y una legión de chicos y chicas de otras ciudades de España y de países como Chile, Argentina o Estados Unidos que empezaron a cantarlo en centros los escolares.
“Voy con 60 alumnos de tercero y cuarto de primaria. En Madrid. En el autobús suena ‘Osasuna nunca se rinde’ al unísono. Sin que nadie sea de Osasuna. No entiendo…”, comentó un profesor, bajo el seudónimo de @llillitto, en Twitter. “Mis alumnos de segundo de ESO también están con eso. Pasa en todos los cursos y en otras comunidades”, le respondía un colega en la misma plataforma.
La repentina fiebre osasunista cogió desprevenido al autor de un éxito planetario que bajo el hashtag #osasunanuncaserinde acumula cerca de 375 millones de visualizaciones en TikTok. “Acabo de tener mi segundo hijo y llevo una vida bastante monacal… Me enteré porque me avisó mi suegra y luego me empezaron a llamar periodistas del Diario de Navarra, de la prensa deportiva, de la televisión vasca… Jamás pensé que pudiera tener tanta repercusión. Lo veía, y lo veo, como un vídeo más”, confiesa Elósegui.
Lo cierto, no obstante, es que la grabación ha contruibido al inaudito crecimiento de la comunidad virtual en torno a Osasuna. El club aprovechó el tirón para mostrar a sus estrellas, como el Chimy Ávila, recitando el lema de la canción, para colocar el eslogan en un anillo del estadio o para compartir las obras que algunos artistas subieron a sus perfiles con esa misma inscripción. En poco más de medio año, y gracias a una estudiada estrategia en redes con todo tipo de contenido, han pasado de 850.000 seguidores a 4 millones en redes sociales, de los cuales cerca de un 70% son extranjeros (antes solo representaban el 30%).
“Desde junio contamos con tres perfiles especializados en el área digital y publicamos en seis plataformas y en cinco idiomas. El crecimiento también se explica por fichajes como el marroquí Abde. Gracias a él tenemos más seguidores de Facebook en Casablanca que en Pamplona”, explica Aitor Royo, jefe de prensa de Osasuna. “Para nosotros esa presencia internacional es vital para abrirnos a nuevos mercados, captar patrocinadores y así incrementar nuestros ingresos”, añade.
Una historia de resistencia y solidaridad
Osasuna nunca se rinde, reflejo de esa idiosincrasia luchadora que identifica a El Sadar, se ha hecho popular en un momento favorable, con el equipo en semifinales de Copa del Rey y luchando de nuevo, como en las últimas tres campañas, en la parte alta del campeonato liguero. El cántico, sin embargo, nació en un momento de dificultad, como un ejercicio de resistencia tras descender a LaLiga SmartBank en 2014 y cuando incluso estuvieron cerca de caer a Segunda B en 2015.
Elósegui lo recuerda bien porque trabajó en el club de 2011 a 2015 como tutor de los jugadores de fuera de Navarra que llegaban a la cantera rojilla y conoció a muchos que luego llegaron a integrarse a la primera plantilla. De hecho, algunos de ellos, como el portero Juan Pérez, acabaron recibiendo en 2017, antes de enfrentarse al Real Madrid, el vídeo original que se le ocurrió grabar en Uganda, donde se desplazó durante cuatro meses como voluntario de una ONG para trabajar como docente y entrenador de fútbol.
El profesor, actualmente empleado como administrativo en Pamplona, incide que en ese viaje también se demostró otro de los valores de los que hace gala Osasuna: la solidaridad. “Viajé con 46 kilos de ropa que llenaban dos maletones. La Fundación Osasuna se implicó y pude repartir muchas camisetas y también material deportivo. A los niños que grabaron el vídeo, por ejemplo, les prometí que se si aprendían la canción les regalaría una camiseta rojilla y así lo hice”, cuenta.
Aunque duda de que sus antiguos alumnos ugandeses se hayan enterado de su súbita popularidad, el éxito del vídeo le ha vuelto a despertar esa pasión por Osasuna que había dejado en un segundo plano por su segunda paternida . Elósegui concluye el relato de su historia con un propósito: ir más a ese estadio donde nació un cántico que se ha popularizado en todo el planeta. “Esta temporada solo he acudido dos o tres veces. Y cada vez que voy me digo: no sé por qué no vengo más, con lo que me divierte esto”.
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