El único club de LaLiga que también juega bajo el mar
Patxi Díaz es un emblema de la sección de actividades subacuáticas de la Real Sociedad, que pronto cumplirá 60 años, y uno de los hombres que ha contribuido a situar a España como la primera potencia mundial en pesca submarina
A Patxi Díaz no le faltan méritos en el currículum para que se reconozca su nombre en la historia de la Real Sociedad. Lleva más de cuatro décadas representando el escudo como deportista por todo el planeta, de Perú a Noruega, y ha sido varias veces campeón europeo y mundial como parte del equipo técnico de la selección española. Sin embargo, las hazañas de este donostiarra de 61 años son desconocidas para la gran mayoría de aficionados. ¿La razón? Haberlas logrado todas en un lugar tan insólito como las profundidades de océanos y mares.
Patxi forma parte de la única sección deportiva vinculada a un conjunto de LaLiga que no compite en tierra firme, la sección de actividades subacuáticas de la Real Sociedad. Esta nació en 1964, cuando un aficionado al mar llamado Francisco Pizarro acudió al entonces presidente txuri-urdin, Antonio Vega de Seoane, en busca de ayuda para montar un club de submarinismo. El equipo vasco, que hoy también cuenta con secciones de hockey hierba, atletismo y pelota, accedió a prestarles el nombre de la entidad y un apoyo económico vital para abrir una primera sede y costear sus primeros gastos. Empezaron siendo una decena de miembros y, casi 60 años después, cuentan con 187 deportistas que practican el buceo con botella, la fotografía y el vídeo submarinos, la natación con aletas o la pesca submarina.
A principios de los setenta, la sección se hizo conocida en San Sebastián porque durante esa época también efectuaron tareas de vigilancia y de salvamento en las playas de la ciudad. Un poco después, en 1976, fue cuando se enteró de su existencia un chaval que tenía dos grandes aficiones: pescar en el mar y asistir al antiguo estadio de Atotxa a animar a su equipo. “Más que ir a pescar con la caña como mi padre, que me aburría un poco, a mí me gustaba esa sensación de meterme en el agua y estar en otro mundo, esa sensación de ingravidez”, explica.
Este donostiarra empezó a competir con 14 años. Su disciplina consiste, a grandes rasgos, en ser capaz de pescar en apnea con la sola ayuda de una especie de ballesta el mayor número y la mayor variedad de peces en un tiempo (cuatro o cinco horas) y en un espacio delimitado (entre ocho y 12 kilómetros de costa). “Hay límites de piezas por especie y también de peso, está penalizada la pesca de individuos que aún no son adultos. Luego todas las piezas se donan a la beneficencia”, apunta.
Pese a su modesto presupuesto –parte de la financiación proviene de la cuota anual que pagan los propios socios–, el club empezó a hacerse un nombre y a tener en plantilla algunos campeones regionales y autonómicos. El mismo Díaz, que compaginaba los entrenamientos con su trabajo en un comercio local, llegó a ser campeón del País Vasco. Pero sus mayores logros los obtuvo formando parte del trío de seleccionadores del equipo español, ya que los 22 años que estuvo al frente del combinado, de 1997 hasta 2019, coincidieron con el despegue del que hoy es el país más laureado en pesca submarina tanto a nivel individual como por equipos.
Además de disfrutar de su gran pasión, para él siempre fue un orgullo ir de aquí para allá, en las competiciones, con el chándal del equipo que siempre animó. Aunque a diferencia de su ídolo Arconada, la gente que le veía por la calle no le paraba para pedirle autógrafos, sino para quedárselo mirando con cierto asombro, sin saber muy bien qué hacían con el escudo de un equipo de fútbol un grupo que no parecía de futbolistas.
La ambición de fichar a Jacques Cousteau
El presidente de la sección de actividades subacuáticas, Asier Olano, opina que este rasgo, el orgullo por representar los colores txuri-urdin, es compartido por la mayoría de miembros. “Nos sentimos de la Real de corazón y muchos somos socios del equipo de fútbol”.
Olano recalca que la sección funciona como una especie de pequeña familia –él, por ejemplo, se apuntó hace cuatro años por su suegro– y tiene una importante vocación social y cultural. En este sentido, su gran iniciativa es el CIMASUB, un ciclo de cine submarino donde compiten cortos y documentales que quieren “dar a conocer el fondo del mar y transmitir el respeto y el amor hacia él”.
El responsable de este proyecto es David Sánchez, también aficionado txuri-urdin. Cuenta que es el ciclo de este tipo más longevo de todo el mundo y que en los últimos años está creciendo mucho. “En 2018 se presentaron 60 trabajos y en 2022 fueron más de 250 de 80 países diferentes. Además, fue un gran éxito de público, con más de 9.000 asistentes sumando los eventos que organizamos durante todo el año”.
El ciclo nació en 1975 y fue idea del principal impulsor de la sección de subacuáticas, Francisco Pizarro. Pizarro, ya fallecido, tuvo siempre la gran ilusión de traer como gran estrella invitada al famoso explorador francés Jacques Cousteau. “Nunca lo logró, pero al menos insistió tanto al Ayuntamiento que consiguió que le pusieran su nombre a una plaza en San Sebastián”, explica el responsable del festival.
A Sánchez, diseñador gráfico de profesión, el mar le permitió en cierta manera reconstruir su vida. Después de la muerte de su mujer, descubrió el submarinismo y a esa actividad se ha agarrado como una gran pasión que cree que ya no le abandonará nunca. Y es que como dice el veterano Patxi Díaz, al que ya muchos han apodado como el viejo porque a sus 61 años sigue compitiendo, este es un amor que dura para siempre. “Yo he perdido muchos compañeros y sé que siempre hay un riesgo. Pero si empiezas a pensar esto no vas. A los que nos gusta esto tenemos una mentalidad diferente. Es una filosofía de vida”.
Del boxeo al esquí: la extensa huella del fútbol en otros deportes
La Real Sociedad tiene en la actualidad cuatro secciones deportivas: actividades subacuáticas, hockey hierba, atletismo y pelota vasca. No obstante, a lo largo de su historia centenaria llegó a contar con deportistas en una decena de disciplinas diferentes. Algunas de ellas tan exóticas como un equipo de hockey hielo, que llegaría a proclamarse campeón de España tres veces seguidas en los setenta, o incluso en deportes individuales como el boxeo o el esquí, siendo la esquiadora Lide Miner la única que el club patrocinó en este terreno.
Más de la mitad de los conjuntos de LaLiga Santander cuentan o han contado con secciones deportivas, aunque solo una minoría de estas está profesionalizada. Entre los casos de éxitos más sonados, actuales y pasados, de equipos que defendían los mismos colores y el mismo escudo que un club de fútbol en otras disciplinas están el FC Barcelona de balonmano y de hockey patines, que son números uno en cuanto a títulos nacionales y continentales, o el Real Madrid de baloncesto, que es el club que más veces se ha proclamado campeón continental.
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